Entre el 19 de julio y el 18 de agosto de 2002, se presentó, en la Sala Luis Miró Quesada Garland, Mesa de luz. Breve historia de la serigrafía en Lima, bajo la curaduría de Alfonso Castrillón y Manuel Munive.
Un museo debería ser un espacio de interacción y un lugar para discrepar libremente. Un museo debería ser una zona liberada para el activismo y los sentidos populares.
Un museo no debería ser un lugar para guardar religioso silencio; ni debería ser un espacio sexual y políticamente correcto. Un museo no debería ser un lugar donde la cantidad del personal es superior al número de visitas diarias.
Hasta el 6 de agosto se puede visitar Coordenadas alteradas: Fronteras, fisuras y retículas urbanas en Lima, en la Galería Germán Krüger Espantoso del Icpna. Bajo la curaduría de Víctor Mejía, el proyecto cuenta con 25 artistas agrupados en tres sectores: video-instalación, fotografía y gráfica objetual. Esta solución (museográfica y de discurso) funciona como un perfecto análisis científico, objetivo y de forma.
A fines de los noventa, el video irrumpió como soporte en la escena de las artes visuales. El impulso de ATA, la proliferación de mercados informales de software y el interés por la tecnología fue el contexto de una vehemente generación de videoartistas peruanos.
‘¿Desde dónde se está escribiendo la historia del arte?’, preguntó Charles W. Haxthausen, en Las dos historias del arte: El museo y la universidad. Ciertamente, es tendencia mundial el divorcio entre el ámbito académico y la plataforma expositiva.
Hace algunas semanas el equipo del MALI se enteró de que 136 acuarelas, conocidas como Códex Trujillo o Códex Martínez Compañón, entrarían en subasta en Madrid. Representantes de este museo viajaron y ganaron la puja de una de las representaciones más significativas del Virreinato del Perú.
Las últimas encuestas confirman algo más que evidente. El ministro de Cultura, Salvador del Solar, se ha convertido en el funcionario público con grandes méritos y arraigo.
En la galería John Harriman, del Centro Cultural Británico, se puede ver la exposición En el país de las amazonas. 150 años de fotografía, muestra que se encuentra bajo la curaduría de Christian Bendayán y Manuel Cornejo.
Gracias a la invitación del profesor Martín Yarlequé, pasé unos días de trabajo en la Escuela Superior de Arte Pública Ignacio Merino de Piura. Aunque este viaje coincidió con el desastre natural en el norte, es la dinámica cultural de esta ciudad un punto de reflexión.
Uno de los proyectos más interesantes que ha venido circulando en los últimos meses es “Documentos extraviados: Niños de Chernóbil en Cuba”, de la artista Sonia Cunliffe. Se trata de una práctica artística donde se pone en evidencia el archivo y la dinámica de gabinete de arqueología.
Superados los años del “poder de la crítica de arte”, de la “dictadura del curador”, y del “vacío reflexivo”, nuestra escena cuenta con un nuevo protagonista (visiblemente): el coleccionista.
Alfredo Villar (Lima, 1971) es uno de los curadores e investigadores más queridos de la escena limeña. Su interés por la cultura popular (Sabroso, A mí qué chicha) y por el arte amazónico (El milagro verde: Historia de la pintura amazónica, Usko ayar: La escuela de las visiones) es un invaluable aporte en un país de fracturas entre lo académico y los productos (o prácticas) culturales de circulación masiva.
Un segundo antes del apocalipsis o el instante previo a la devastación es la mejor manera para describir la fotografía que Baldomero Alejos (1902-1976) produjo en Ayacucho en 50 años.
Uno de los artistas que instauró el arte contemporáneo en el Perú es Jesús Ruiz Durand. Personaje que propuso un repertorio visual donde el hombre andino es triunfante y redentor, un “pop achorado”.
Entre el 28 de marzo y el 30 de abril de 2006, se realizó en el Centro Cultural de San Marcos la exposición Manos Artesanas: 20 miradas para un nuevo imaginario, bajo la curaduría de César Ramos (1963-2017). Fue una apuesta por acercar la producción artística tradicional y la producción urbana.
En esta misma columna mencioné el desinterés por generar historia del arte en algunas instituciones, y que estamos construyendo epitafios en lugar de discursos.
Entre el 10 de abril y el 19 de mayo de 2002 se realizó, en el Centro Cultural de España, la exposición Lo impuro y lo contaminado. Retornos críticos de la pintura 1997-2002, bajo la curaduría de Gustavo Buntinx.
En el libro Escenas de la vida posmoderna, Beatriz Sarlo comparó el centro comercial posmoderno con una cápsula espacial acondicionada por la estética del mercado.
Un autorretrato en que el personaje –en aparente tensión– observa el horizonte mientras sostiene en su mano el libro El miedo a la libertad de Erich Fromm (literalmente, una mirada al presente). Son analogías y pulsaciones que se pueden ver en la muestra Build the wall! Build the wall! que Miguel Aguirre presenta hasta el 6 de enero, en la Galería Lucía de la Puente.
Los restos siniestrados y canibalizados de un hidroavión militar Cessna 208 Caravan I levitan en el paradero Real Felipe, que Micromuseo (“Al fondo hay sitio”) tiene en el Callao Monumental. Se trata de una transfiguración en la que elementos que denotaron destrucción son ahora objetos litúrgicos.
Nada en política es por casualidad y la designación de Salvador del Solar como ministro de Cultura ocurre en un contexto de traficantes de órganos de niños, pishtacos, interpelaciones, ministros con mal de amores y demás elucubraciones.
El 2000 fue un año bisagra para la historiografía del arte peruano. Publicaciones como Tensiones Generacionales, de Alfonso Castrillón, y Franquicias imaginarias: las opciones estéticas en las artes plásticas en el Perú de fin de siglo, de Jorge Villacorta y Max Hernández Calvo, demarcaron el final del siglo XX.
“Esa tensión entre la modernidad y la moda fue también una forma de vida”, así define Gustavo Buntinx, en Reynaldo Luza. Fotografía inédita, la obra de este artista. Este libro –del Grupo Editorial Cosas, con auspicio de BCP Banca Privada– rescata la pulsación estética de uno de los artistas más cosmopolitas del siglo XX.
Una de las artistas más apreciadas de la escena cultural limeña es Ivana Ferrer (Lima, 1976). Presenta la muestra Un instante de peligro, hasta el 22 de noviembre en la Galería del Paseo.
Santiago Roose (Lima, 1974) es un artista inclasificable, su obra circula entre la escultura, la instalación y la intervención en sitio específico. Su accionar es casi una pesquisa, una investigación sobre las posibilidades de la materia y el material.
Todavía guardo un correo electrónico donde me explicaron la historia peruana contada a partir de vedettes gorditas, futbolistas borrachos, el tercer piso del Coricancha, ángeles arcabuceros y frases de Augusto Ferrando en televisión. Ese correo, que me escribió Juan Javier Salazar (1955-2016) hace 13 años, demuestra el carácter reflexivo y sus ganas de cuestionar, con humor, nuestra realidad.
Del daguerrotipo al selfie. Una historia del retrato fotográfico peruano es una publicación del Icpna, que es homónima a la exposición curada por Jorge Villacorta y Carlo Trivelli.
La reciente partida del artista Luis Arias Vera ha puesto –nuevamente– en evidencia un problema estructural en la cultura peruana: la falta de bibliografía y las ausencias en el relato canónico de las artes visuales.
Fui jurado del XIX Concurso de Artes Visuales Pasaporte para un Artista 2016, junto con Juan Diego Tobalina y Carlo Trivelli, y en este contexto viene circulando una crítica del antropólogo, músico y curador Mijail Mitrovic, del que discrepo, y expongo mis razones.
Hace unos meses se presentó la revista Bisagra, publicación del espacio Bisagra, que viene operando en Lima y que está posicionado –hace dos años– como una plataforma crítica.
Estaba en el MALI una tarde de 1997, y de pronto escuché gritos y caos. Un evento académico, en el marco de la Bienal de Lima, se había convertido en una arma de doble filo. Una acción memorable que cuestionó la propia institucionalidad desde la institución.
El trabajo de Armando Williams (Callao, 1956) es una deriva entre la observación de las estéticas urbanas y el interés por el territorio natural. Gran parte de este acontecer se puede ver en la exposición Revisión. Obras de Armando Williams (1980-2016), de la Sala Luis Miró Quesada Garland.
El rostro de Jorge Mario Bergoglio parece desencajado, su mirada analiza con suspicacia el regalo del presidente Evo Morales: una talla de Cristo crucificado sobre la hoz y el martillo. Este obsequio es una réplica de la obra del sacerdote Luis Espinal, asesinado por paramilitares en La Paz.