Entre el 10 de abril y el 19 de mayo de 2002 se realizó, en el Centro Cultural de España, la exposición Lo impuro y lo contaminado. Retornos críticos de la pintura 1997-2002, bajo la curaduría de Gustavo Buntinx.
En ese momento, el curador hizo alusión a una equivocada polémica: la amenaza que la instalación significó para la pintura. Se trató de un malentendido propio de la incipiente internacionalización (Bienal de Lima).
Entre los artistas participantes estuvieron Miguel Aguirre, Christian Bendayán, Claudia Coca, Sandra Gamarra, Mónica González, Gilda Mantilla, Alfredo Márquez, Marcel Velaochaga, entre otros. Esta selección demostró cómo “la pintura vuelve, pero con varias lecciones aprendidas (como la) de una (pos)modernidad marginal, atravesada de discontinuidades y fracturas”.
Aquí se presentó una pieza extraordinaria: La Pacha-Kuti / Like a virgen (1998) de Márquez. Un exvoto donde el cuerpo de una vedette se transmuta en una virgen coronada. El tiempo, definitivamente, es cíclico.
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