Las últimas encuestas confirman algo más que evidente. El ministro de Cultura, Salvador del Solar, se ha convertido en el funcionario público con grandes méritos y arraigo.
Lejos de análisis superficiales, este ministro ha manejado muy bien su imagen y ha mantenido en puestos claves a funcionarios de primer nivel. Se respira un entusiasmo en varios sectores de esta cartera.
Algunas dependencias como el LUM, la DAFO, la Dirección de Artes y gran parte de las Direcciones de Interculturalidad hacen un trabajo que merece ser resaltado. Además, la reciente contratación de Santiago Alfaro como director general de Industrias Culturales y Artes es una decisión muy acertada y que despierta entusiasmo.
Por otro lado, existen direcciones que necesitan una reorganización, como la Dirección de Gestión, Registro y Catalogación de Bienes Culturales Muebles o la Dirección General de Museos, entre algunas otras, las cuales se quedaron atrapadas en la premodernidad.
Seguiremos observando el trabajo de este ministro.
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