Fue un nombramiento de última hora, improvisado y sorprendente. Cuando la Cancillería necesitaba un profesional sin cuestionamientos y con la trayectoria suficiente para evitar nuevos sobresaltos e impasses en el sector, el presidente Ollanta Humala optó por el camino más fácil y pasó a Eda Rivas del Ministerio de Justicia al despacho de Relaciones Exteriores, en lugar de Rafael Roncagliolo.
El ahora excanciller –quien manejó Torre Tagle en medio de escándalos y desatinos e iba a ser interpelado por la oposición– dimitió el lunes argumentando problemas de salud. La versión extraoficial fue que, en los próximos días, viajará a Brasil para una intervención quirúrgica.
Incluso, durante la ceremonia de juramentación de Rivas y el Consejo de Ministros, Humala quiso dejar constancia de que Roncagliolo se iba del Gobierno en buenos términos y por un mal que lo aqueja.
SE ENTREGÓ SU CABEZA
Sin embargo, las razones serían otras. Para la lideresa del Partido Popular Cristiano (PPC), Lourdes Flores, la salida de Roncagliolo fue una “enorme señal de debilidad” del Gobierno ante las amenazas del chavista Nicolás Maduro, quien protestó porque el exministro abogó por el diálogo y la tolerancia en Venezuela.
Mucho más allá fue el expresidente Alan García, quien advirtió que “se entregó la cabeza” del canciller por orden del Gobierno venezolano, a cambio de los recursos chavistas recibidos en las campañas presidenciales de 2006 y 2011. “Los favores se están cobrando con la obediencia del Gobierno peruano”, aseveró.
Pero el cambio en Torre Tagle no fue el único. Desde ahora, el sillón de Rivas, en Justicia, será ocupado por Daniel Figallo, exviceministro del sector.
RIVAS, LA SORPRESA
Los congresistas reaccionaron con sorpresa y desconcierto. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Víctor Andrés García Belaunde, manifestó que Rivas “fue una buena ministra, pero eso no garantiza que sea una buena canciller. Son dos cosas diferentes”, añadió.
Similar fue la lectura de la vicepresidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Lourdes Alcorta, quien refirió que esperaba que Humala, “inspirado por Dios y por los apus”, designara no a una persona de su confianza, sino a un diplomático de carrera que reconstruya las relaciones con Ecuador y con el pueblo democrático de Venezuela.
Fuentes de Perú21 indicaron que la falta de seriedad para nombrar al sucesor de Roncagliolo fue tal que no se tomaron en cuenta las cartas de la Cancillería. Comentaron que, desde hace un tiempo, el embajador peruano en EE.UU., Harold Forsyth, habría tratado, en vano, de mover sus piezas para llegar a ese cargo.
En tanto, los parlamentarios Alejandro Aguinaga y García Belaunde desestimaron que la salida de Roncagliolo afecte el litigio marítimo ante la Corte de Justicia de La Haya.
En cambio, Daniel Abugattás (Gana Perú) sostuvo que Roncagliolo dio un paso al costado por “cansancio y hartazgo” debido a la “campaña orquestada” en su contra.
Para Julio Gagó (Fuerza Popular), el Gobierno “politiza” el Ministerio de Relaciones Exteriores con el ingreso de Rivas, quien fue acusada de filtrar a la prensa las imágenes sobre la prisión de Alberto Fujimori.
HOJA DE VIDA
- Eda Rivas no tiene experiencia en el campo de las Relaciones Exteriores, salvo su breve paso como asesora en gestión pública de Javier Pérez de Cuéllar.
- Fue ministra de Justicia desde julio de 2012.
- En 2011 fue viceministra y jefa del Gabinete de Asesores de Juan Jiménez.
- En 1998 fue secretaría de proyectos del Poder Judicial, en la época de José Dellepiane Massa.
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