Prácticamente desarticulado quedó Sendero Luminoso (SL) en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), luego de Alejandro Borda Casafranda, ‘Alipio’, y Martín Quispe Palomino, ‘Gabriel’ –dos de los cuatro cabecillas del grupo narcoterrorista–, fueron abatidos el domingo último, a las 10:30 de la noche, en Pampas-Llochegua, Huanta (Ayacucho), en la ‘Operación Camaleón’, ejecutada por un equipo de élite de las fuerzas combinadas de la Dircote, la Dirandro y la Fuerza Especial del Comando Conjunto del VRAEM (CVRAEM).
“El golpe es muy importante. No solo han descabezado el comando militar de la banda armada de los hermanos Quispe Palomino, sino también, y en especial, la liderada por ‘Alipio’, que fue un mando que conocía el terreno al detalle y tenía ascendencia sobre su tropa”, dijo a Perú21 el analista y experto en temas de narcotráfico y terrorismo, Carlos Tapia.
SEIS MESES TRAS SUS PASOS
Fuentes del Ministerio Público revelaron a Perú21 que, desde haces seis meses, la Cuarta Fiscalía Supraprovincial –junto con efectivos de la Dirandro– inició una investigación que tenía como objetivo desarticular a los mandos narcoterroristas del VRAEM.
El despacho a cargo del fiscal Héctor de la Cruz había logrado intervenir los teléfonos de los subversivos. Asimismo, los agentes policiales se infiltraron en la organización.
Pero, hace dos meses, este caso fue remitido a la Fiscalía Especializada en Delitos de Terrorismo y Lesa Humanidad de Leoncio Prado (Huánuco), a cargo de la magistrada Enaida Aguilar Solórzano.
La fiscal –en coordinación con la ‘Brigada Lobo‘– siguió los pasos de ‘Alipio’, logrando conocer los lugares que este frecuentaba.
Según informó una fuente cercana a Perú21, un lugarteniente de ‘Alipio’ fue quien le comunicó a la Policía que este se iba a trasladar a la localidad de Pampas, en Llochegua, en la selva de la región Ayacucho.
Se conoció que fue en ese momento que se decidió que un grupo de seis efectivos llevaran a cabo la operación que terminó con la muerte de los tres narcosenderistas.
BALEADOS Y CALCINADOS
Según fuentes de la Policía, los delincuentes –quienes se encontraban en una vivienda de madera cuando se inició la intervención– murieron producto de la balacera.
Los efectivos, para evitar que las huestes senderistas se acercaran a la casa, arrojaron una ‘lanza pepa’ (una bomba con efectividad de 500 metros a la redonda). Esta sería la razón por la cual los tres cuerpos fueron encontrados carbonizados.
Debido a ello, la Fiscalía ha dispuesto que los cuerpos sean sometidos a un examen de ADN para certoficar que se trata de ‘Alipio’, Gabriel’ y ‘Alfonso’.
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