El hampa ataca otra vez. A plena luz del día, un sicario asesinó de dos certeros disparos al director del penal El Milagro, de Trujillo, Jorge Izquierdo Quijano, cuando este almorzaba en el restaurante rústico ‘Puerto Escondido’, junto a otros ocho agentes penitenciarios.
El atentado ocurrió ayer a las 2:15 de la tarde. Izquierdo se dirigió a pie al local ubicado en el centro poblado El Milagro, en Huanchaco, para almorzar y conversar con sus amigos sobre el homenaje rendido minutos antes a Juan Quintana Guerra, un agente que murió abatido en el penal hace 10 años.
Un sicario que escondía una pistola y que ya había ingresado al local minutos antes, para reconocer a su víctima, disparó dos balazos al director del penal. Un proyectil fue directo a la espalda y el otro le impactó en la cabeza, entre el cuello y el mentón. Según los testigos que se encontraban en el restaurante en el momento del crimen, el delincuente fugó caminando del local y subió a un auto azul que lo esperaba en una esquina.
Tras los impactos de bala, Izquierdo se desplomó, pero intentó refugiarse arrastrándose hasta la cocina, pese a que el pistolero ya había huido del lugar. En medio del desconcierto, los agentes –que no portaban armas de fuego–, lo trasladaron en un taxi hasta el Hospital Regional de Trujillo, pero el funcionario falleció en medio del camino.
El jefe de la Policía La Libertad, Róger Torres Mendoza, dijo a Perú21 que el delincuente es fornido, tiene tez morena, cabellos ensortijados y entre 20 y 25 años. “Personal de la Dinoes, Radio Patrulla Norte e Inteligencia están realizando operativos por toda la ciudad con el fin de seguir su rastro y capturarlo”, señaló.
Torres aseguró que el presunto autor intelectual del asesinato se encuentra en el mismo penal El Milagro. “Izquierdo fue víctima de reglaje porque el sicario ingresó al local con el conocimiento de que ninguno de los trabajadores llevaba armamento. Definitivamente (el crimen) ha sido arreglado porque los disparos se han hecho solo al director, solo a él y a nadie más”, señaló.
Sin embargo, el jefe policial lamentó que Izquierdo y los demás agentes penitenciarios no hayan tenido las precauciones del caso al acudir a un establecimiento que no reunía los requisitos de seguridad. “El local no prestaba las medidas de seguridad ni salubridad, era un callejón sin salida”, dijo.
VENGANZA
La Policía sospecha que Izquierdo, quien asumió el cargo, por segunda vez, el 29 de mayo pasado y se propuso acabar con la corrupción, fue asesinado por las constantes incautaciones de celulares, chips y armas blancas que realizaba a los internos, quienes luego eran castigados con aislamientos en los calabozos.
Precisamente, durante la madrugada de ayer, la víctima encabezó una intervención en las celdas donde se expropiaron 34 teléfonos celulares, muchos de los cuales tenían mensajes extorsivos y números de cuentas bancarias.
“Ya hemos incautado unos 700 celulares desde que asumí el cargo”, estimó ayer, sin presagiar lo que le ocurriría.
La Policía también sospecha que los anuncios de Izquierdo sobre el trasladado de 100 presos, entre ellos avezados cabecillas, desde el penal El Milagro a otras cárceles más alejadas del país habría sido el motivo del atentado.
El director del INPE, José Luis Pérez Guadalupe, quien viajó ayer a Trujillo para dirigir personalmente las pesquisas –junto con el ministro de Justicia, Daniel Figallo–, señaló que se está investigando qué internos del penal El Milagro podrían estar involucrados en el crimen de Izquierdo.
“Es un acto de cobardía y un atentado frente a todo lo que es nuestro sistema de seguridad nacional. No se descarta ningún móvil ni tampoco la venganza, pues precisamente hace unas semanas se trasladó a un grupo de internos al penal de Challapalca (Puno), de los cuales el 60% provenían de Trujillo”, manifestó.
Pérez Guadalupe también indicó que hubo un descuido en la seguridad del funcionario, pues normalmente no almorzaba en ese lugar.
TENGA EN CUENTA
- Hace algunas semanas, Jorge Izquierdo informó a Perú21 que recibía amenazas de muerte a través de mensajes de texto que pretendían amedrentarlo. Sin embargo, no tenía miedo.
- EL INPE señaló que la víctima tenía un historial limpio. Había trabajado antes en el penal de Cajamarca, donde también aplicó mano dura.
- Genaro Escamilo, el antecesor de Izquierdo también recibía amenazas.
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