Entre lágrimas, el presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que lamentaba la masacre ocurrida en una escuela primaria de Connecticut, y afirmó que “nuestros corazones están destrozados”.
El mandatario señaló que se necesitan adoptar “medidas serias”, aunque no precisó cuáles, para impedir que sucedan tragedias similares.
“La mayoría de los fallecidos eran niños hermosos, pequeños. Ellos tenían toda una vida por delante: cumpleaños, graduaciones, bodas, sus propios hijos. Entre los caídos también hay maestros que dedicaron sus vidas a ayudar a nuestros hijos”, expresó Obama.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.