21.NOV Jueves, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados

Columna María Cecilia Villegas

“Y sin embargo, se mueve” fue dicho por Galileo, condenado por afirmar que la tierra giraba alrededor del sol. A lo largo de la historia han existido episodios de negación de la verdad o de invención de una verdad. Así, podrán decir que hubo 300 mil esterilizaciones forzadas y, sin embargo, no es verdad. Podrán decir que hubo una política de Estado para esterilizar forzada y compulsivamente a mujeres pobres e indígenas y, sin embargo, hubo esterilizaciones forzadas desde antes de los noventa y luego en tres gobiernos: Fujimori, Paniagua y Toledo y en ninguno fue política de Estado. Cada esterilización forzada es un crimen, y los responsable deberían ser sancionados y las victimas resarcidas. Ello no está en discusión.

“Se puede engañar a todos algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”, Abraham Lincoln. Esta cita cobra vigencia hoy cuando la posverdad surge con fuerza. La posverdad es el uso sistemático de ideas fuerza que manipulan y tergiversan la realidad para deslegitimar a un rival o posición contraria. En esta, el debate se convierte en emocional, se recurre al uso de frases comunes que carecen de sustento y buscan desacreditar a un oponente, sin entrar al debate de fondo, sin contrastar evidencia.

Cumplido el primer año de gobierno, nos encontramos con problemas en varios frentes. Entre ellos, los sectores sociales. En un país donde el 22% de la población vive en pobreza, el frente social puede afectar seriamente la gobernabilidad.

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, frase que, palabras más palabras menos, se le atribuye a Einsten.

Tenemos un país cuya élite empresarial nos dice que estamos a un pasito de la OECD. Una clase política que es un fiel reflejo de la falta de capital humano que enfrenta el país y ciudadanos completamente distanciados de la política.

La aprobación del presidente Kuczynski ha caído 7 puntos en el último mes. Lo veíamos venir. Su primer año de gobierno nos ha dejado una sensación de orfandad. La percepción de un presidente que no tiene claro qué es lo que está haciendo sentado en Palacio.

Charles Nelson, profesor de Neurociencia de Harvard, estudia el desarrollo neurobiológico y el efecto de la adversidad en el desarrollo cerebral de los niños. La mayoría del desarrollo humano ocurre durante los primeros seis años. Los ambientes adversos y la privación, incluyendo la desnutrición, negligencia, estrés y violencia en la primera infancia, alteran la biología y trayectorias normales del desarrollo, el bienestar físico y mental, el aprendizaje y el comportamiento en la vida adulta. Revertir estos efectos es muy difícil.

El título de esta columna se convirtió en el mantra de la campaña de Bill Clinton en 1992, cuando le arrebató la reelección a George W. Bush. James Carville, asesor del entonces candidato presidencial, se hizo famoso al insistir en que la economía era el principal problema que enfrentaba el electorado americano y, por ello, si se centraban en ella, sería la razón que los llevaría a la Casa Blanca. No se equivocó.

La crisis que afronta el Grupo Gloria esconde un tema bastante más profundo que un problema de etiquetado, crisis comunicacional o mala praxis empresarial. El problema de fondo está vinculado a la manera en la que algunas grandes empresas en el Perú actúan tratando de burlar las normas para lograr situaciones de excepción que los beneficien económicamente a costa de los competidores y consumidores.

Para 2020, cerca del 50% de la fuerza laboral a nivel global estará integrada por los millennials. Chicos nacidos entre 1980 y 2000 que ven su paso por el mundo de una manera distinta a como la veían las generaciones anteriores. Más de la mitad de ellos son independientes y ya hoy son el grupo con mayor descontento político y religioso de los últimos 25 años. Ello constituye un reto en la forma de hacer empresa.

A fines de los noventa, el Perú sufrió una crisis institucional y política. Un grupo de “notables” llegó al poder a sacarnos del hoyo y elevarnos a la condición que merecíamos. Con la ética por emblema, nos ofrecieron un país mejor. Pero fallaron. Lo que debió ser el inicio de la construcción de instituciones sólidas terminó siendo la vil institucionalización de la corrupción, captura de rentas, privatización del Estado.

El Ejecutivo aprobó el proyecto de ley que crea “obras por terrenos”, un sistema que busca impulsar proyectos de infraestructura dentro del proceso de Reconstrucción con Cambios. Este ha sido diseñado para tratar de ampliar la frontera agrícola y realizar un mejor manejo de los cauces de los ríos, los que tienen kilómetros de ancho al no haber sido nunca encauzados.

Las próximas semanas seremos testigos de lo que ha sido siempre un secreto a voces: la corrupción en el Perú y la captura de rentas por grupos privilegiados no solo es una realidad, es endémica y está institucionalizada. Y a la pacata sociedad le importa poco. Lima tiene experiencia justificando a los suyos. ¿No son acaso notorias y conocidas las fortunas de dudoso origen en los clubs de golf y en los yates y veleros?

El presidente Kuczynski, el premier Zavala y el líder de la reconstrucción, Pablo de la Flor, instalaron esta semana la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios en Piura. El premier resaltó que esta solo saldría bien si trabajamos como “una sola fuerza”.

El 1 de mayo, la CGTP organizó una marcha donde participó abierta y libremente el Movadef reclamando la libertad de los cabecillas de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, Osmán Morote, Elena Iparraguirre y otros miembros de la cúpula terrorista. Marcharon, además, grácilmente resguardados por la Policía Nacional.

El Niño se ha convertido en la oportunidad del Gobierno para fortalecerse y generar una visión de país que aglutine a los peruanos detrás de la recuperación nacional.

Un curso organizado por el ANA sobre el enfoque de género en la gestión de recursos hídricos despertó la furia de un sector conservador. Para ellos, “género” es una mala palabra. Aunque no la entiendan. Y exigen que sea eliminada de leyes, cursos y políticas públicas.