Ellos fueron el Perú ayer en la Videna: Óscar Avilés, con su guitarra y esa voz que estremece, y el pequeño Dayron Farfán bailando ‘jueves de pavita’, como en el famoso comercial. Otro detalle para reforzar el espíritu. Otro momento de alegría para que los de corto, con el pecho inflado, salten al césped del Nacional para tomar otra bocanada de aire y alimentar el sueño, que persiste todavía, de ir al Mundial Brasil 2014.
Con Pizarro y el impulso que le da el triplete con el Bayern. Con Guerrero y su presente feliz en el fútbol brasileño. También con Farfán y la certeza de su desequilibrio. La ‘Foquita’ definió los triunfos sobre Venezuela y Chile, y hoy tendrá que ‘bailar’ como en sus mejores noches. Y habrá que hacer fuerza para que Vargas nos dé el partido que hace tiempo nos debe.
Nada puede fallar. Somos sétimos con 11 puntos y solo nos vale ganar. De allí que Sergio Markarián haya optado por lanzar toda la artillería arriba y resguardar la marca en el medio con Edwin Retamoso, reemplazante del lesionado Rinaldo Cruzado. “Este es el partido que hay que ganar, ya sea jugando bonito o feo”, reconoció el zaguero Carlos Zambrano.
Hay que viajar en el tiempo, hasta 1977, para encontrar el último triunfo sobre Ecuador. Un rival que nos ganó 2-0 en Quito y que marcha segundo en la eliminatoria con 20 puntos. Tiene jugadores potentes, que saben con el balón. Antonio Valencia es el estandarte, Jefferson Montero el habilidoso y Christian Benítez el artillero. Encima, el temible Felipe Caicedo esperaría en la banca. No importa. Hay que ser más fuertes que ellos. Hay que ser sólidos atrás e implacables en ataque. Es la hora de celebrar.
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