Gran Bretaña está planeando convertirse en el primer país del mundo en ofrecer los controvertidos tratamientos de fertilidad con “tres padres” a familias que quieren evitar transmitir enfermedades incurables a sus hijos.
Las técnicas, que actualmente están sólo en etapa de investigación en laboratorios de Gran Bretaña y Estados Unidos, implicarían por primera vez implantar embriones modificados genéticamente en las mujeres.
Los críticos dicen que la técnica plantearía problemas éticos y que finalmente llevaría a un mercado eugenésico de “bebés a la carta”.
El método consiste en intervenir en el proceso de fertilización para retirar el ADN mitocondrial defectuoso, que puede causar enfermedades hereditarias como problemas cardíacos mortales, insuficiencia renal, trastornos cerebrales, ceguera y distrofia muscular.
Este tipo de técnica está diseñado para ayudar a familias con enfermedades mitocondriales, que son condiciones incurables que se transmiten por vía materna y afectan a uno de cada 6,500 niños en todo el mundo. La mitocondria actúa como una pequeña batería generadora de energía en el interior de las células.
El potencial tratamiento se conoce como fertilización in vitro (FIV) con tres padres porque el embrión tendría los genes de una madre, un padre y una donante femenina.
Después de que una consulta pública a nivel nacional mostrara que los británicos estaban mayoritariamente a favor de la idea, la jefa médica del Gobierno británico, Sally Davies, señaló hoy que se debería permitir seguir adelante bajo una regulación estricta.
“Los científicos han desarrollado nuevos procedimientos innovadores que podrían impedir que esas enfermedades se transmitieran, dando esperanza a muchas familias que quieren impedir que sus hijos las hereden”, manifestó Davies.
“Es justo que queramos introducir este tratamiento que salva vidas tan pronto como podamos”, agregó.
Pero David King, director de la campaña del grupo Human Genetics Alert, dijo que “las técnicas no son necesarias y que su uso es éticamente cuestionable” y criticó al Gobierno por no realizar una consulta pública más exhaustiva.
“Cruzan la línea ética que ha sido acordada por gobiernos de todo el mundo de que no deberíamos alterar seres humanos genéticamente”, dijo King en un comunicado.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.