PANAMÁ.– La imaginación es un boleto para conocer cualquier lugar del mundo. Para ser quien quieras, para vivir como quieras. Después del 2-1 de Perú a Panamá, tenemos licencia para imaginar que podemos repetir el resultado contra Ecuador, que congelaremos el calor de Barranquilla, que hay potencial sub 20. De imaginar que nuestra defensa controlará al ‘Chucho’ Benítez, que vamos a reír el viernes por la noche y que traeremos algo de Colombia. Imagina y vive.
Perú dio un buen paso ayer, plasmó algo pequeño e invitó a imaginar algo grande. Porque, por más amistoso que sea, el equipo no desentonó. Alberto Rodríguez demostró que, cuando no apellida ‘lesión’, su nivel es de titular. Zambrano soportó 45 minutos el dolor al dedo, y Lobatón lanzó pelotas a un Yordy Reyna para nada cobarde. Juan Vargas apareció a cuentagotas, pero apareció, y Carvallo está para pelear el titularato. Panamá nos hizo sufrir por arriba y complicó con la velocidad de Edwin Aguilar.
A los 20’, Vargas cobró un tiro libre que el ‘León’ Zambrano ganó por arriba aunque sin dirección. Nueve minutos después, Paolo Hurtado –uno que no destacó– se encontró la pelota al borde del área y remató por encima. Edwin Retamoso batalló siempre por recuperar la pelota y dio un equilibrio importante. Mientras, el equipo local aprovechó cada posibilidad de juego aéreo, como a los 37’, en que se la perdió Aguilar.
Quedaba el segundo tiempo para imaginar algo mejor, para dibujar en la cabeza lo que los pies podían hacer.
DEL SUEÑO A LA REALIDAD
Tres minutos del complemento y Carvallo respondió a un zapatazo de Alberto Quintero. Pero, un minuto después, experiencia y juventud se dieron el abrazo del gol. Lobatón habilitó con clase a Reyna y la ‘magia’ definió ante Rodríguez. Era un gol sub 20, de ese cambio generacional que se viene.
Un frentazo al poste de Miller (55’) y otro intento de Quintero (58’) prendieron las alarmas. Vargas intentó responder con un arranque que terminó en córner a los 65’ y Markarián movió el equipo. Mariño entró como organizador, André Carrillo fue a domar la banda derecha y Cristian Benavente se vistió de falso delantero. Antes, a los 72’, Rolando Blackburn empató de cabeza tras un tiro de esquina. Luego, Cheng casi desnivela a los 80’.
Pero, a los 83’, la sangre joven, tiñó de rojo y blanco el estadio Rommel Fernández. La ‘Culebra’ desbordó y su centro lo tomó en primera Benavente. Ese chico que no es el ‘nuevo Chorri’, el ‘nuevo Cubillas’ o cosas así. Es un proyecto que, imaginamos, pronto será realidad. Imaginar, ese don para dibujar en la mente un triunfo ante Ecuador.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.