El soldado Bradley Manning se declaró hoy culpable de filtrar documentos clasificados, aunque evitó inculparse de los cargos más graves, y reconoció que pasó información a WikiLeaks para “abrir un debate público” sobre el papel de Estados Unidos en el mundo.
Por primera vez desde que comenzaron las audiencias preparatorias del proceso que se seguirá contra él, Manning explicó en una intervención de más de una hora cómo en 2010 filtró informes de las guerras de Irak y Afganistán, cables diplomáticos del Departamento de Estado y videos secretos de ataques aéreos en el teatro de guerra.
“Quería abrir un debate público sobre el papel de las Fuerzas Armadas y la política exterior de Estados Unidos”, indicó Manning, poco después de que su abogado civil, David Coombs, dijera que el soldado de 25 años se declaraba culpable de 10 de los 22 cargos de que le acusa el Gobierno.
Manning, a quien la jueza Denise Lind preguntó si entendía las implicaciones de declararse culpable, reconoció haber obtenido información clasificada y habérsela facilitado al sitio web de Julian Assange.
El soldado dijo que con sus filtraciones de información, las mayores de la historia del país norteamericano y que primero quiso transmitir a los diarios The Washington Post y The New York Times, quería poner de relieve “el desprecio de la vida humana” que mostraban algunos militares al aplicar las normas de ataque en los conflictos de Irak y Afganistán.
“Pensaba y todavía pienso que estos son algunos de los más importantes documentos de nuestra era”, indicó Manning, quien consideró que es necesario que el público conozca cómo operan las Fuerzas Armadas de EEUU en el exterior.
Especialmente le impactó el video conocido como ‘Collateral Damage’, que muestra el ataque aéreo contra un convoy en Irak en el que fallecieron dos reporteros de la agencia Reuters, y que filtró a la web WikiLeaks, la cual lo publicó en abril de 2010 y disparó la popularidad de este sitio de filtraciones y puso al Pentágono en alerta.
“Eran como niños torturando a hormigas con una lupa”, recordó el exanalista de Inteligencia, quien quedó impactado por “el aparente placer por la sangría” de los militares implicados en ese ataque, donde se disparó también a las personas que acudieron en ayuda.
Manning dijo que su deseo era que el mundo conociera que EEUU “se había obsesionado con matar gente” en sus operaciones antiterroristas en Irak y Afganistán y eso lo desmoralizó.
También reconoció ser el autor de la filtración de cientos de miles de cables diplomáticos estadounidenses procedentes de las embajadas de todo el mundo y consideró que su publicación “era un ejemplo necesario hacia una diplomacia abierta”.
Asimismo, consideró que esos datos no iban a dañar a Estados Unidos, aunque “sí (podía) ser embarazosa” para el país, ya que no era más que un “catálogo de chismes”.
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