Muy caro le costó esta semana al legislador de Solidaridad Nacional Virgilio Acuña presentar un proyecto de ley que favorece a Antauro Humala. Además de perder la vocería de su bloque político, el legislador ha deteriorado también la confianza de sus colegas y la de su propio líder Luis Castañeda, quien –dicen fuentes acreditadas– se niega a contestarle el teléfono desde que les “vendió” gato por liebre con la iniciativa que, en la práctica, le restituye una serie de beneficios penitenciarios al díscolo hermano del jefe de Estado.
En su descargo, Acuña ha manifestado que su iniciativa responde a una “preocupación” del premier Juan Jiménez por el recorte de beneficios a miles de internos. El parlamentario, sin embargo, ha olvidado decir que los beneficiarios de su propuesta son, en su mayoría, delincuentes por robo agravado y tráfico de drogas. ¿Será porque la inseguridad ciudadana es solo una percepción?
Ha dicho también que especialistas del INPE expusieron ante todos los miembros de su grupo por qué es necesaria esta norma. Pero, a no ser que los integrantes de Solidaridad estén empezando a perder la memoria, ninguno recuerda haber asistido a esa reunión. La verdad, ha trascendido, es que solo concurrieron Acuña y su ocasional escudero Heriberto Benítez, quien ha terminado defendiendo el proyecto con mucha más vehemencia que su propio autor. Es que, según fuentes legislativas, el “operador” de la ‘ley Antauro’ no sería otro que el autodenominado ‘Comando’, quien –aseguran– coordinó la norma con el presidente del Congreso, Fredy Otárola, a cuya oficina –¡qué casualidad!– se fue a refugiar Acuña cuando su bancada lo buscaba con lupa para que retire la iniciativa. Y así dicen que el oficialismo no tiene nada que ver con la norma que favorece al etnocacerista.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.