CIUDAD DEL VATICANO (Reuters).– La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el primer jefe de Estado en ser recibido por el papa Francisco tras su misa inaugural, bromeó con que los argentinos tienen la suerte de que fuera escogido un pontífice de su país, pero que “Dios es brasileño”.
La reunión entre la mandataria y el argentino Jorge Mario Bergoglio duró cerca de 20 minutos y fue relajada. Además, la autoridad eclesiástica habló en ‘portuñol’.
Al ser consultada por un periodista argentino sobre su opinión acerca de la nacionalidad del papa Francisco, la gobernante brasileña respondió: “Ustedes tienen mucha suerte, él es un gran Papa (…) Ahora, la gente siempre dice ‘el Papa es argentino, pero Dios es brasileño’”.
PRIMER VIAJE A BRASIL
Bergoglio le adelantó a la presidenta que viajará a la ciudad de Aparecida, en Sao Paulo, para visitar la Basílica de Nuestra Señora Aparecida –el santuario más grande del mundo dedicado a la Virgen María–, luego de su participación en la Jornada Mundial de la Juventud, en julio, que se desarrollará en Río de Janeiro.
En el año 2007 se realizó en Aparecida la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en la que participaron el actual pontífice y Benedicto XVI.
De otro lado, el Papa se mostró dispuesto a continuar el diálogo interreligioso y, en tal sentido, expresó su “amistad y respeto” a representantes de otras religiones, a quienes recibió en audiencia un día después de su entronización.
SABÍA QUE
- El jesuita Franz Jalics, secuestrado en 1976 por la dictadura argentina, aseguró que el hoy Papa no lo entregó a la Junta Militar, en una declaración difundida por su orden religiosa desde Alemania.
- “Lo cierto es que Orlando Yorio y yo no fuimos denunciados por el padre Bergoglio”, expresó Jalics en la misiva.
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