LUIS QUISPE
Director de ONG Luz Ámbar
La concesión de la Vía de Evitamiento se da en mérito al contrato firmado entre la anterior gestión municipal y la empresa Línea Amarilla, ahora Vía Parque Rímac. Lo que se tiene que entender es que este incremento se debe a la aplicación del IGV, que ahora se le cargará a la empresa privada.
Sin embargo, la labor de la Municipalidad de Lima, y otros órganos de control es supervisar periódicamente el cumplimiento del contrato. Si bien se puede apreciar el avance de los trabajos en el túnel, se debe cuidar, también, que se cumplan las obras que se deben hacer en la margen izquierda del río Rímac, así como los intercambios viales y viaductos planificados.
Todo aumento cae mal en la población y más aún si no hay obras. Por el lado de Línea Amarilla ya hay un avance en la construcción del túnel, pero Rutas de Lima no ha mostrado casi nada.
Es importante, asimismo, que el municipio no permita que la concesionaria aplique otro aumento. Una medida así solo puede ocurrir si nuestro país sufre una inflación monetaria.
De otro lado, no todo tiene que ser concesionado. Puesto que hay una bonanza económica, el Estado debe procurar invertir más en obras públicas.
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