TRÍPOLI (Reuters).– Dos explosiones afuera de dos mezquitas en la norteña ciudad libanesa de Trípoli dejaron al menos 42 muertos y 500 heridos, intensificando una lucha sectaria que se extendió desde la guerra civil en la vecina Siria.
Las explosiones, aparentemente coordinadas, son las mayores y las más mortales en Trípoli desde el fin de la guerra civil en Líbano y ocurrieron mientras terminaban las oraciones del viernes en la ciudad de mayoría musulmana suní.
La primera explosión afectó a la mezquita de Taqwa, frecuentada por islamistas suníes de línea dura, y causó al menos 14 muertos, según testimonios.
Se registraron más fallecidos en una segunda explosión afuera de la mezquita de al-Salam, en la que estalló un automóvil con 100 kilogramos de explosivos.
La explosión dejó un cráter de unos cuatro metros de diámetro y 2.5 metros de profundidad mientras que el piso de la mezquita estaba cubierto de sangre.
Testigos en los lugares de las explosiones dijeron que el enojo aumentaba entre los pobladores, que gritaban acusaciones de que el Gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad o Hezbolá estaban detrás de los ataques.
Hezbolá emitió un comunicado condenando las explosiones en Trípoli y expresó su solidaridad con las víctimas, diciendo que eran blanco de esfuerzos para avivar la violencia en Líbano.
Los opositores políticos de Hezbolá pidieron al movimiento que retire a sus combatientes de la guerra en Siria.
TENGA EN CUENTA
- Las tensiones sectarias en Líbano están recrudeciendo ante la guerra civil en Siria. Muchos musulmanes chiíes respaldan al presidente sirio, quien está combatiendo una fuerte insurgencia suní.
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