MADRID (AFP).– Centenares de personas les rindieron homenaje a las 79 víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela en un funeral en la catedral de la ciudad, lugar célebre de peregrinación mundial que en estos días se ha teñido de luto.
Mientras las campanas tocaban incesantemente, el príncipe heredero, Felipe; su esposa, Letizia, y el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, oriundo de la ciudad, llegaban al edificio vestidos de negro.
En tanto, las autoridades revisarán hoy la caja negra del tren, lo cual podría aclarar si hubo o no una falla mecánica.
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