¿Qué tanto afectó a los negocios la demora del invierno?
Eso dependió del rubro. En el caso de Claudia Shop, que importa ropa, las ventas se contrajeron porque teníamos una cierta cantidad de prendas para la estación que no lográbamos comercializar. Imagino que este mismo problema presentaron las otras compañías que se dedican también a la venta de prendas.
¿Qué se hace ante este tipo de emergencias?
Por lo general, la temporada de invierno empieza a fines de mayo, pero este año se inició casi a fines de julio. Ante situaciones como esta, hay que buscar soluciones rápidas, como importar solo lo que pide el cliente.
¿Esta situación modifica el estimado de crecimiento para el presente año?
Definitivamente. Nosotros no esperábamos que el invierno se retrasara tanto. Mientras eso pasaba, la gente prefería adquirir prendas más ligeras como vestidos o blusas con manga corta y, en el caso de algunas grandes tiendas, tuvieron que distribuir sus productos con ofertas.
En estos casos, ¿es más conveniente vender ropa peruana que importada?
Son diferentes. Hay personas a las que les gusta el producto nacional porque consideran que es de mejor calidad y con diseños más variados, lo cual puede ser cierto, pero hay otras que están acostumbradas a la ropa del exterior porque se sienten más cómodos.
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