Karen Schwarz, Conductora de TV
Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com
Es la figura televisiva del momento. Desde Espectáculos, su programa en Frecuencia Latina, irradia simpatía y sensualidad… aunque no se sienta sensual. En esta charla, Karen Schwarz nos sigue encantando.
¿Por qué no tienes pareja?
¿Es tan complicado creer que no tengo novio? Muchos creen que estoy mintiendo, pero, créeme, el día que tenga pareja lo gritaré a los cuatro vientos.
¿En el amor eres presa o cazadora?
Me gusta ser cazada, no soy lanzada; me gusta que me busquen, sentirme interesante. ¿Guapos? No, yo busco hombres interesantes. Por buscar un guapo encontré un ‘huaco’ (ríe). Quiero un hombre que tenga personalidad, que entienda mi trabajo, que tenga metas en la vida y que chambee mucho; además, que esté seguro de mí y, sobre todo, de él. Eso sí, que sea un poquito celoso.
¿Eres romántica?
Sí. Las veces que he tenido enamorado la he pasado superbien, pero, ahora, mi pareja es mi trabajo, a él le dedico todo el tiempo.
¿En verdad quieres estar sola? A mí nunca me ha pasado…
Durante 11 años siempre estuve con alguien: con uno, seis años; con otro, cinco. Nunca estuve sola, siempre estuve rodeada de gente, y recién en 2012, a mis 28 años, aprendí a conocerme. En este tiempo, mi carácter y mi personalidad se fortalecieron.
¿Te gusta cómo eres?
Sí porque, a pesar de que todo el día estoy relajada, riendo y haciendo bromas, también tengo mi carácter, mi lado fuerte. Si no me gusta algo, lo digo.
¿Quién sufre tus malos ratos?
Mi familia porque, así como me río, también soy un loco, un demonio; soy tan perfeccionista que, cuando algo no sale como yo quiero, me pongo de mal humor. Eso sí, mis cóleras me pasan rapidito. Soy una acuario total.
En 2012 explotaste. ¿Tiene que ver con que hayas estado sin pareja?
Creo que sí; mi despegue se dio cuando aprendí a conocerme y a burlarme de mí misma, a no tener miedo a equivocarme. Ojo, no soy para nada hueca, solo he aprendido a reírme de mis errores. Y esto lo aprendí de Adolfo Aguilar, quien me dijo: “Cuando te equivoques, ríete”.
Haces trampa: tu sonrisa es preciosa…
(Ríe). Gracias. Adoro mi sonrisa. Cuando me preguntan qué creo que les gusta a los hombres de mí, no respondo lo obvio, las ‘bubis’ o las ‘pompis’, sino mi sonrisa, y eso me encanta. No quiero irradiar sensualidad, yo no quiero que mi físico venda más que mi personalidad.
Tú no, pero el canal sí…
¿Lo crees en serio? Cuando me ofrecieron hacer Espectáculos (L a V, 11 a.m., Frecuencia Latina) en la playa lo pensé; antes de aceptar algo me visualizo, y allí noté que iba a funcionar, que el bikini con su pareo iba a gustar.
Deberías hacer el programa en una playa nudista…
Eso jamás. Si voy a una playa nudista, no haría topless. Mi respeto para Anahí de Cárdenas y todas las que hacen topless, pero eso no es para mí. Soy modosita, tímida, y no me considero sensual; recuerda, yo quería ser monja.
¿Todavía te da roche salir en ropa de baño? ¡Pero si eso es parte de tu chamba!
Sí, créeme. No me gusta que vean mi sensualidad, algo que, como ya te dije, no encuentro en mí.
Lo eres, créeme…
Hay varias sensualidades: una que se transmite con el cuerpo y otra con la forma de ser ¿Tengo ambas? (Ríe). Yo creo que la gente se engancha más conmigo por mi forma de ser. Si soy sensual es porque soy divertida, no porque resulte exótica, despampanante.
Tus piernas me encantan…
A mí no me gustan, las siento flacas; me gustaría que fuesen más gorditas, más ‘tacuchi’. ¿Flaquitas son más acariciables? ¿Por qué me intimidas? Haces que tenga calor.
¿Qué te gusta de tu cuerpo?
Todo de la cadera para arriba; igual, lo de las piernas se puede arreglar.
El otro día pasaron un antes y un después tuyo, con cirugías y sin cirugías. ¿Qué sentiste?
Nada, me reí. Creo que no hay nada que ocultar: mi antigua nariz está en Internet (ríe). Si una puede hacerse cambios, como yo me los hice para el Miss Perú, bienvenidos sean. Yo estoy muy contenta con ellos.
¿Te gustaba tu antiguo yo?
Sí, pero a una siempre le gustan los cambios y, si son favorables, mejor. Cuando me dijeron que tenía que operarme la nariz respondí: “No, pero si es perfecta; soy feliz con ella”, pero hoy no puedo negar que mi rostro no me molesta y que estoy más segura que antes.
¿Te has cruzado con Sofía Franco?
No, yo vengo al canal en las mañanas; ella, en la noche. No somos amigas, solo somos compañeras de trabajo, pero si me la cruzo la saludo.
AUTOFICHA
- Para participar en Miss Perú me hice una rinoplastia y un aumento de busto. Me bajé un poco de ‘bubis’ porque la gente no me miraba la cara sino el pecho.
- Después de una cirugía plástica, uno se transforma. El cambio es tan grande, en mi caso para bien, que algunos necesitan psicólogo.
- Mis amigos de colegio se sorprenden porque sigo siendo la misma, la chica loca y divertida. Si me subo a una nube, mi mamá me bajará de los pelos (ríe).
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.