Propietarios de buses, choferes y cobradores de transporte público acataron un paro de 24 horas, pero este fracasó, debido a que solo una mínima parte de los transportistas se unió a la medida de fuerza.
Los trabajadores, que protestaban contra la reforma municipales que impone, según su criterio, fotopapeletas y multas excesivas, tuvieron incluso que suspender su marcha hacia el Congreso de la República.
La gerenta de Transporte Urbano de la Municipalidad de Lima, María Jara, también calificó de un fracaso el paro, liderado por el dirigente Julio Rau Rau, y señaló que la reforma de este sector sigue adelante, pese a la oposición de grupos minoritarios.
Al brindar un balance de la medida de fuerza, Jara indicó que si bien a tempranas horas hubo intentos de bloqueo de vías en zonas como la Carretera Central, estos fueron reducidos de inmediato por la Policía Nacional.
Jara también acusó a Rau Rau de defender la informalidad. “Él no tiene a sus trabajadores en planilla ni renueva sus buses”, afirmó.
Anotó, además, que en lo que respecta a Lima la ciudadanía no se ha visto afectada en sus actividades diarias; por el contrario, en algunos puntos de la ciudad se observó mayor número de vehículos, y la Policía Nacional realizó un gran despliegue que evitó desmanes o bloqueo de vías.
En ese sentido, dijo que se espera que en marzo próximo empiece a operar, en forma de piloto, el corredor Tacna-Wilson.
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