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Óscar López Meneses: “A Humala lo vi varias veces en casa de mi abuelita”

Por primera vez, el protagonista del principal escándalo político que afecta al Gobierno narra episodios íntimos de su relación con el mandatario.

Óscar López Meneses: “A Humala lo vi varias veces en casa de mi abuelita”. (Nancy Dueñas)
Óscar López Meneses: “A Humala lo vi varias veces en casa de mi abuelita”. (Nancy Dueñas)

Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com

Óscar López Meneses se declara inocente de las acusaciones de lobby político y del irregular resguardo policial que recibía su casa. Sin embargo, reconoce que ha estado cerca del poder, que ha trabajado con fujimoristas, humalistas, y que tiene amigos en las FF.AA., en la Policía y en el Apra.

¿Te ves como apareces en los diarios?
No. Te he abierto la puerta de mi casa, para que conozcas al verdadero Óscar López. Se ha creado una imagen distorsionada de mí. Todo empezó en 2001 cuando, abusivamente, se generó un documento policial donde se señalaba que tenía un arsenal de guerra y equipos de chuponeo telefónico. Me pusieron como cabeza de los chuponeadores. He tenido que afrontar varios procesos penales a partir de esa irresponsabilidad de la Policía. Allí se me calificó de operador de Vladimiro Montesinos.

Tú fuiste amigo de Montesinos, trabajaste con él…
No, solo lo conocí. Trabajé en el Congreso, pero no trabajé con él. Me reuní con él en varias oportunidades…

Y en privado…
No, en privado, no. Siempre estábamos rodeados por congresistas. Una vez me pidió que le presentara a un amigo, Jorge Pollack, quien acababa de ser elegido congresista.

Se supone que tú captabas para el fujimorismo a los congresistas de oposición…
Se me dice “operador de Montesinos’, “operador de los tránsfugas”, pero en ese proceso yo no estuve convocado ni como testigo. Entonces, cómo puedo ser un ‘operador’.

¿Y no ayudaste nunca a Montesinos a captar congresistas?
De ninguna manera. Si lo hubiera ayudado, hubiera sido procesado.

¿Nunca cometiste un acto ilícito mientras trabajaste para el fujimorismo?
Nunca, es más, tampoco lo hubiera aceptado. Nunca cometí ni siquiera una falta. Yo me reuní con Montesinos en julio del año 2000 justo para presentarle a Jorge Pollack. Quiero dejar en claro: el tránsfuga es el que se pasa de un partido a otro; eso no pasó con Polack, porque cuando se lo presenté a Montesinos ya no pertenecía a Solidaridad Nacional.

Si no delinquiste durante el fujimorato, ¿qué errores sí cometiste?
Quizás debí ser más receloso en mis relaciones humanas. En la única foto que se me hizo con él, estamos caminando y sonreímos. ¿Qué de malo tiene eso?

¿Tú creías que era un hombre bueno, probo, correcto?
Yo lo veía como el asesor del presidente. No tenía contacto con él. Montesinos era un tipo cerrado, no se podía acceder a él fácilmente. Mis visitas al SIN pueden contarse con los dedos de la mano.

Te presentas como alguien declarado inocente por la justicia, pero, ¿cuáles son tus valores?
Repudio todo acto de violencia. No justifico la ejecución de alguna persona porque, para sancionar tenemos a la justicia. Yo no avalo ninguna acción donde se haya matado a la gente por gusto.

¿Cuán cerca te gusta estar del poder?
Por mis amigos y, esporádicamente, he estado cerca al Poder. Y, claro, por mi trabajo con la bancada fujimorista en el año 2000, pero yo vivo mi vida tranquilo, dedicándome a la actividad privada. Trabajo desde muy joven.

¿Los hombres más poderosos del país han sido o son tus amigos?
Los conozco, pero no te podría decir que son mis amigos.

¿Cómo los conociste?
Primero, porque estuve casado con la hija del general Víctor Malca, exministro de Defensa. Luego, en el Congreso estuve cerca del presidente Fujimori. Empecé a trabajar con Jorge Pollack y, más tarde, fui nombrado asesor de toda la bancada fujimorista.

¿Montesinos te utilizó?
No, porque no tuve mayor contacto con él y tampoco trabajé con él.

Si eres un hombre bueno, si no eres un operador político, ¿por qué muchos de tus amigos tienen problemas con la justicia?
¿De quién me hablas? ¿De Montesinos, de Agustín Mantilla? Desde niño, mis padres me inculcaron valores, y valoro mucho la amistad. Que un amigo mío, por alguna razón de la vida, haya cometido una falta, no tiene por qué llevarme a quitarle mi amistad. A Mantilla lo conocí en el penal de San Jorge. Pasamos mucho tiempo juntos, y conversamos de muchos temas. Es un tipo muy culto, aprendí mucho de él, pues conoce de historia, de política, de todo. Si la justicia lo condenó, ya pagó sus culpas. Los seres humanos tenemos derecho a rehacer nuestras vidas, no podemos vivir enfrentados, con odio.

¿Conoces a Ollanta Humala?
Sí. ¿Desde hace cuánto? Desde que él era cadete de la Escuela Militar de Chorrillos.

Él te lleva cinco años, ¿cómo así lo conociste?
Mi tío, Oswaldo Zapata, primo hermano de mi papá, y con quien yo me trato como hermano pues crecimos juntos, me lo presentó. Oswaldo pertenece a la promoción de Ollanta y, por eso, no solo conozco a Humala sino a varios de esa promoción. Lo he visto varias veces con mi primo: en casa de mi abuelita, en reuniones de amigos, y claro que me conocía. Luego, nos volvimos a encontrar en Bagua, donde Ollanta trabajaba junto con mi tío. Recuerdo que él trabajaba en una guarnición apartada y, cuando pasaba por Bagua, mi tío le prestaba el teléfono para que se comunicase con sus familiares. Por eso, me parece extraño que, de la noche a la mañana, salga y diga que no me conoce.

¿Lo has vuelto a ver después?
No.

¿Hay alguna prueba, un regalo, una foto, un video que demuestre tu amistad con Humala?
No. Nunca me regaló nada ni yo a él.

¿Cómo pudiste ayudarlo en la campaña de 2006 si estabas en la cárcel?
Un compañero de su promoción me buscó. Me dijo que venía de parte de Ollanta, y que quería que los ayudase con algunas ideas y, sobre todo, ver cómo afrontar la campaña electoral. Por algunos juegos de interés, el entorno de Ollanta lo alejó de sus amigos, entre ellos de mi tío Oswaldo.

¿Por qué les eras útil, necesario?
Porque quienes me contactaron con Humala saben cómo me he preparado, conocen mis ideas, saben mis posiciones, y ellas les parecieron importantes.

¿Cuánto has usado a la figura de tu tío para estar cerca de los militares, del poder?
Él es coronel, y los coroneles no mandan ni deciden. Las decisiones las toma el alto mando, los generales. Entonces, cómo valerme de él.

Pero fuiste yerno de un general. Insisto, ¿cuánto has usado estos contactos para hacer lobby, para hacer negocios?
Nunca me he beneficiado ni he tratado de sacar ningún provecho de mis relaciones con mis amigos, ya sean de las FF.AA. o que tengan algún poder.

¿No eres un ‘lobbysta’?
No, de ninguna manera. Mi relación con las FF.AA. no data de mi matrimonio con la hija del general Malca, viene de antes. Por ejemplo, al general Praeli lo conozco desde que él era mayor de la Policía, y lo conocí haciendo labores cívicas en mi papel de director de la Clínica de Odontología de la U. San Martín. Y así conocí a muchas personas más, en reuniones sociales, en algún almuerzo, sin ningún interés.

¿Y por qué asistías a las ceremonias de las FF.AA., de la Policía?
Siempre que he asistido a una ceremonia oficial, lo hice porque estaba invitado. Como ciudadano, no tengo ningún impedimento para asistir a donde quiera o se me invite.

¿Tienes más amigos militares que civiles?
No.

De los últimos comandantes generales del Ejército, ¿a cuántos conociste?
Pude conocer a varios, pero amigo solo fui de uno.

Las personas que se juntan contigo caen en desgracia…
Me parece una cobardía de la clase política querer distanciarse de las personas que conocen por el simple temor de ser llamado montesinistas, calificativo que no me cae… y lo he demostrado en la justicia. No me pueden llamar montesinista, no trabajé con él. No puedo negar que fui fujimorista, por eso hoy me da risa cuando oigo a algunos fujimoristas decir que ellos son los buenos y los montesinistas los malos. Cuando entré a trabajar como asesor de Perú 2000, no había fujimoristas y montesinistas: todo era un solo bloque, todos abalábamos lo que hacía Montesinos porque era el asesor del presidente, y si no era así, ¿qué hacían todos los congresistas fujimoristas sentados con él en el SIN? Hoy no pueden hacerse los buenos, esa es doble moral de la clase política.

¿Tú no te estás haciendo el buenito?
Nunca me he hecho el buenito, siempre he dicho las cosas como son. Por eso, se está cometiendo un exceso conmigo. La gente del Gobierno tira la pelota y dice que soy amigo del Apra; el Apra tira la pelota y dice que soy amigo del Gobierno, y los fujimoristas también tiran la pelota…

¿Conoces a Adrián Villafuerte?
Sí, hace muchos años, pero no es mi amigo. Lo conocí porque él fue secretario del general Saucedo. A Villafuerte no lo veo hace mucho, la última vez fue en la campaña del 2011.

¿Villafuerte ha visitado tu casa?
Nunca

¿Apoyaste a Humala en 2011?
No.

¿A Hernán Garrido Lecca lo conoces?
Como lo conoce cualquier persona, es una persona pública, pero no me une ninguna amistad con él. Nunca ha venido a mi casa, nunca me he tomado un café con él.

¿Cuándo fue la última vez que viste a Montesinos?
En uno de los juicios orales que tuvimos juntos… de eso hará un año y medio o dos. Yo no le niego el saludo a nadie, y lo saludé, pero eso no me hace su cómplice. ¿Lo respeto? Se equivocó muchas veces, está pagando por ello, pero todas las personas merecen una segunda oportunidad en sus vidas.

Montesinos decía que era un “hombre de inteligencia”, ¿tú también lo eres?
No. He tenido la suerte de estudiar en el Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN), donde las personas van a aprender de la realidad nacional y, luego, quizás participar en la vida política del país. Considero que conozco de la realidad nacional, me he preparado para eso.

¿Nunca has trabajado para la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI)?
Nunca.

Pero podrías hacerlo, ¿no?
Sí, gracias a mis estudios en el CAEN, donde aprendí qué es un país.

¿Alguna vez has realizado para alguien o para alguna institución un análisis de la realidad peruana?
Sí, algunas veces, sobre todo en el tema de los conflictos sociales.

¿Has trabajado para el grupo Bustamante?
No, tampoco le he dado ninguna asesoría.

¿Conoces a Víctor Gómez Rodríguez o a Iván Kamisaki, de la DINI?
No, para nada.

¿Eres amigo de Iván Vega?
Recién me enterado que vive a la vuelta de mi casa, pero no es mi amigo. Nunca nos hemos cruzado.

¿Conoces a José Cueto?
No. Nunca lo he visto cara a cara, sé quién es, sé que es un magnífico oficial de la Marina, que fue Espada de Honor, mis amigos marinos me han hablado bien de él, pero más no sé.

¿Tienes más vínculos en el Ejército que en la Marina o la Aviación?
No. Tengo amigos en las tres instituciones, y lo digo sin temor. Soy buen amigo de mis amigos.

¿Y cómo es tu relación con la Policía?
Tengo amigos allí. Praelli no ha visitado nunca mi casa. Lo conocí cuando él era o capitán o mayor, pero sí me ha visitado, hace años, en la U. San Martín, donde yo trabajaba.

¿Algunos militares te han visitado en tu casa?
Generales en retiro han venido; a almorzar algunos en actividad, también.

¿Quiénes?
No quiero dar sus nombres porque de todo esto se está armando un circo.

¿Te han visitado políticos, parlamentarios?
También. Y, por si acaso, yo no me escondo de mis amigos. Mis amistades son variadas, y también nos hemos reunido en algún café, en algún restaurante.

¿Acá han venido apristas, humalistas, toledistas, fujimoristas?
Sí, como yo también he ido a sus casas.

¿Algunos de ellos son parlamentarios en actividad?
Sí, y también exparlamentarios.

Repito, te gusta estar al lado del poder, ¿no?
Me encanta cocinarles a mis amigos. Yo los invito a comer. Y mis amigos son congresistas ahora, pero antes no lo fueron.

Se han perdido los libros que registraban las visitas que recibiste durante tu estancia en la cárcel…
Me parece una gran irresponsabilidad que se estén tirando la pelota, además, porque no es solo un libro, son varios los registros que se hacen cuando alguien visita a un preso, y todos no se pueden perder.

Bueno, facilítanos el trabajo y dime quiénes te visitaban…
Yo no quiero que esto se degenere. Me tomé una foto grupal en el cumpleaños de un amigo y, a partir de ello, se ha armado todo un escándalo, tan solo porque algunos de ellos son policías en actividad. ¿Por qué quieren hacerle daño a gente inocente?

¿Conoces a Roy Gates?
Sé quién es pero no la conozco.

¿Conoces a Edgard Reymundo, el jefe de Migraciones?
No.

¿Conoces a Nadine?
La vi junto con Ollanta, cuando eran muy jóvenes.

¿Por qué la Policía resguardaba tu casa todo el día, hasta con 32 hombres y cuatro turnos rotativos?
Esa es una gran pregunta y hay que hacérsela a quienes administran los recursos de la Policía: el ministro del Interior o al director de la Policía. Yo veía en la esquina de mi casa a un patrullero, pero no me voy a acercar a preguntarle qué hace acá.

¿Ni siquiera te dio curiosidad?
Si vez siempre a un policía, uno imagina que algo debe estar cuidando. Y si me acercaba me podría haber respondido “a usted qué le importa”. Además, por la puerta de mi casa pasa todas las mañanas una caravana de autos y policías llevando al colegio al hijo de Ollanta. Entonces, uno puede deducir que toda esa seguridad es por ello.

Del celular 954-717-650 se llamó a diferentes autoridades y se coordinó la vigilancia policial de esta zona. Además, Luis Alfredo Sánchez Tacuri, quien trabajó para ti, usó ese celular. ¿Eso no te vincula con el caso?
Yo he hablado con Sánchez y él dice que no, que es imposible, que él no ha usado ese teléfono, que no lo conocía. Imagino que el Ministerio Público citará a los implicados y todo se aclarará.

¿Conoces al técnico del Ejército Ángel Torres Gálvez?
No. ¿Él era mi asistente y contestaba mis llamadas telefónicas? Nunca. Yo no tengo asistente. Y, repito, a mí no me estaban resguardando.

Pero tu papá les llevaba comida…
Es un acto de generosidad. Mi papá también les da comida a las señoras que limpian las calles.

¿No te estás mostrando como demasiado ingenuo?
Tengo derecho a que se respeten mis derechos.

¿Tienes alguna hipótesis sobre por qué ese despliegue de seguridad? No parece poca cosa: han caído Pedraza, Villafuerte, se pelearon Salazar y Cueto. ¿Qué se protege en esta zona?
Yo no sé qué hay por acá, habría que averiguarlo. Yo sí sé que, en mi casa, no hay nada. Te he abierto la puerta de mi casa, y has notado que es un hogar de familia, y no tengo nada que ocultar. La Fiscalía ya vino y levantó un acta donde verificó que acá no hay nada irregular. Se ha dicho que sacaban a Montesinos de la Base Naval y lo traían acá para reunirse con políticos vinculados al poder. Eso es completamente falso y descabellado. ¿Tú crees que van a sacar a Montesinos para traerlo a una casa pudiendo hacer esa reunión en la propia Base Naval?

¿Por qué Humala se molestó como se molestó y hasta te llamó “basura”?
Soy el principal interesado en que esto se investigue, pero que la investigación sea objetiva, que no sea un circo político, que no se inmiscuyan en mi intimidad. Esperemos a ver qué dice la Fiscalía. Yo no tengo ninguna hipótesis, solo sé que me están usando para dispararse uno contra el otro. Evidentemente, acá hay una cortina de humo porque algo ocultan. Acá hubo un resguardo policial irregular, que se investigue, ¿por qué tanto temor? Acá se la cortado la cabeza a mucha gente (se refiere a los mandos de la policía cesados por el irregular resguardo), un acto cobarde y sin sentido.

¿Te vas a presentar ante la comisión García Belaunde?
Siempre y cuando se respeten mis derechos. Y ya se está violando mi derecho al debido proceso, por eso he presentado una queja ante la Defensoría del Pueblo. Yo no tengo que ir a probar que soy inocente, ellos deben demostrar que soy culpable.

¿Estás limpio?
Sí, tengo una familia, hijos, un apellido que proteger.

¿De qué vives?
Me dedico a la actividad privada. Y lo hago desde joven. Soy gerente de una empresa, y me voy a reservar su nombre para no perjudicarla.

¿Esta casa es tuya? ¿Está a tu nombre?
Es mía, la compré en 1994, y no está a mi nombre por un problema de titulación, pero es mi casa. Siempre he solventado mi vida con mi trabajo, y eso está acreditado en los expedientes judiciales. Yo no soy ningún mafioso, nunca he pertenecido a ninguna organización delictiva. Por eso, exijo que se respeten mis derechos. Acá el solo nombre de la comisión del Congreso me incrimina. Además, la vicepresidente de la comisión, la señora Tait, me ha calificado de su enemigo. Dime, ¿qué garantía tengo yo de una investigación justa?

¿Qué vínculo conservas con el general Malca, tu ex suegro?
Mi relación con él fue, en su momento, de familia, pero jamás he tenido un vínculo económico, comercial o, cuando fue ministro, de poder.

¿Has sido amenazado?
No.

¿Te persiguen? ¿Te chuponean?
No.

¿Te sientes seguro?
Sí, porque la verdad está conmigo. Mira, acá se me ha bombardeado, se me ha dicho operador fujimontesinista, pero cuando el Poder Judicial me absolvió nadie dijo, nadie publicó nada. Entonces, hoy se me quiere volver a acusar de algo que no he hecho, por eso he salido a defenderme.


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