BOGOTÁ/CARACAS (EFE).– El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, respondió en tono conciliador a las denuncias de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, de que desde Bogotá se conspira contra la estabilidad de su gobierno, y aseguró que todo es un “malentendido”.
De esta forma Santos quiso bajar la temperatura a la relación bilateral que empezó a calentarse el pasado miércoles, después de que recibiera para una entrevista privada en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, al excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles, quien reiteró sus denuncias de “fraude” en las elecciones del pasado 14 de abril.
DESCABELLADO
Esa cita generó airadas reacciones de miembros del Gobierno venezolano desde el mismo miércoles, y el jueves se sumó Maduro, quien acusó a Santos de darle “una puñalada” a Venezuela “por la espalda”, y dijo tener información de que “todo el Estado colombiano se ha puesto de acuerdo” para derrocarlo e incluso habló de un plan para envenenarlo.
Para evitar un deterioro de las relaciones bilaterales que él mismo restableció el 10 de agosto de 2010 –tres días después de asumir el poder– en una reunión en Santa Marta (Colombia) con el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, el mandatario de Colombia salió ayer al paso de las declaraciones de Maduro.
“Es descabellado, y por eso hablo de malos entendidos. Aquí tiene que haber un malentendido… que el Gobierno colombiano esté enterado o, peor aún, que esté apoyando algún tipo de acción para desestabilizar al Gobierno de Venezuela”, expresó Santos en un acto público en Palmira, departamento del Valle del Cauca (suroeste).
VÍA DIPLOMÁTICA
Santos apeló a la diplomacia, como lo hiciera en la víspera su ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, para zanjar lo que calificó de “incidente con nuestros amigos venezolanos”.
“Creemos que, para el bien de Venezuela y para el bien de Colombia, cualquier malentendido lo podemos resolver civilizadamente, con prudencia, por las vías diplomáticas”, señaló el jefe de Estado, y aseguró que Colombia quiere “que le vaya bien a Venezuela” porque no le conviene que haya problemas en el país vecino.
DIÁLOGO CON LAS FARC
Algunos sectores han mostrado su preocupación por las consecuencias que una crisis diplomática con Caracas podría traer a las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se llevan a cabo en La Habana, en las que Venezuela es “acompañante” del proceso junto con Chile.
“La situación es muy preocupante, pero no la vamos a ventilar por los micrófonos. Yo confío en que esto se supere. Nosotros queremos que esto (los diálogos) no se interrumpa, pero esperemos que los acontecimientos fluyan”, declaró el jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, a radio Caracol.
TENGA EN CUENTA
- La oposición venezolana considera “infantil” e “irresponsable” la reacción de Maduro contra el Gobierno colombiano.
- El presidente del Parlamento venezolano, Diosdado Cabello, prevé una “confrontación inevitable” si la justicia no castiga a la oposición por la violencia registrada tras las elecciones.
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