Es evidente que están utilizando el nombre del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, José Cueto, como coartada. Por lo general, los mandos militares tienen seguridad de su propia institución porque confían más en su gente, y eso lo sabe la Policía.
Este tipo de asignaciones se hace mediante comunicación directa de los ministros de Defensa e Interior.
Además, los jefes policiales deberían haber estado al tanto de quién vivía ahí. Pero, como esa orden debe de haber venido de Palacio de Gobierno o del asesor presidencial Adrián Villafuerte, no investigaron.
Nadie sabe qué tienen esas casas. Lo que habría que hacer es allanarlas, y eso les corresponde al Ministerio Público y al Poder Judicial. Es un escándalo. Ni los ministros tienen una seguridad así.
Lo que interesa saber es qué trabajo está haciendo López Meneses para Ollanta Humala. Puede haber estado trabajando con la DINI, pero puede estar dirigiendo un aparato paralelo de espionaje sucio, como lo hacía la gente del entorno del asesor Vladimiro Montesinos.
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