24.NOV Domingo, 2024
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Opinión

En su artículo El mentecato ilustrado, Carlos Alberto Montaner informa acerca de los ocho años que Pablo Iglesias radicó en Venezuela sirviendo a Chávez y de la millonada que él y su equipo ganaron, dejando a Venezuela sin siquiera papel higiénico.

En su artículo El mentecato ilustrado, Carlos Alberto Montaner informa acerca de los ocho años que Pablo Iglesias radicó en Venezuela sirviendo a Chávez y de la millonada que él y su equipo ganaron, dejando a Venezuela sin siquiera papel higiénico. La Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS, Valencia, España) es la empresa matriz que hace los contratos de Iglesias, recauda dinero y desplaza alfiles.

Presidida por los valencianos Viciano Pastor y Rubén Martínez Dalmau, el CEPS pergeñó las constituciones de Venezuela, Bolivia y Ecuador; con ellas los caudillos concentraron y se perpetúan en el poder. El CEPS tiene innumerables libros sobre este “nuevo constitucionalismo”. Martínez Dalmau, una de las seseras, ensalza al referéndum revocatorio como instrumento de participación popular, el mismo mecanismo que usó Hitler para, fingiendo darle al pueblo la impresión democrática, ganar con el 99.9%. Con el mismo revocatorio Morales y Chávez se atornillaron. En Perú (2009), Martínez Dalmau investigó cambiar la constitución, trabajando en el aparentemente inofensivo Instituto de Cultura y Política, ICP (dedicado a reformas penitenciarias pero, sobre todo, a estar dentro de la Policía y los penales).

Su paradigma constitucional es el cubano, una carta que nombra al hermano de Castro, como delfín, en lugar de formular un mecanismo de sucesión y alternabilidad; que garantiza la libertad individual mientras no se oponga al Estado socialista y otras aberraciones contra los derechos humanos. Ahora, la CEPS también se especializa en derechos humanos, pero contra los países que no los auspician, como Colombia. Viciano Pastor, la eminencia del CEPS, fue fascista de Fuerza Nueva, luego castrista, chavista y asesor de Humala el 2006. Bueno, un comunista es un fascista letrado. Pascual Serrano, otro integrante, es director editorial de Telesur, financiada, según ellos, por Cuba, Bolivia, Venezuela, Argentina, Uruguay y Brasil. Todo este combo junto ¿parece conspiración? ¡De ninguna manera! Simplemente son varios dueños absolutos del poder que casualmente patrocinan a la estrella ascendente de la política española, a Pablo Iglesias, el mentecato ilustrado.


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