En enero, la Asamblea Nacional (AN) vacó a Maduro por violaciones constitucionales. El dictador cerró la Asamblea y aumentó la represión, tortura de niños y asesinato del pueblo utilizando paramilitares y tropa cubana e iraní con uniforme de Guardia Nacional. Ante este genocidio, la Asamblea Nacional queda facultada para nombrar un gobierno de transición que además recorra el mundo impugnando la legitimidad del régimen y denunciando sus crímenes de lesa humanidad, narcotráfico y sumisión a una potencia extranjera (Cuba).
Es tiempo, entonces, de sobreseer a todo culpable arrepentido del régimen y aumentar así sus fisuras internas. Absolver a Luisa Ortega Díaz, fiscal general. Se negó a participar en la mascarada Constituyente. Y a Tarek Willliam Saab, redimido por el pronunciamiento democrático de su hijo, Yibram. En el Táchira, policías se pasan al pueblo. En Caracas y en Bolívar, los barrios chavistas se pronuncian por la libertad y botan la gorra roja. Entre las nuevas formas de lucha, la estudiantil bomba molotov de caca (puputov) es más letal que los gases lacrimógenos y el “tractoraso” en Jiménez, Morán y Sanare bloquea las rutas con equipo pesado. Sigue la desobediencia civil masiva por doquier.
En Miami, Lima y Madrid filman a opulentos “enchufados” y corruptos del régimen, los impugnan verbalmente. 350 mil millones de dólares tienen los chavistas en el exterior.
El cerco internacional se cierra. Almagro (OEA) y el chavista Rafael Correa se pronuncian por elecciones libres en Venezuela, EE.UU. congela bienes a seis jueces del tribunal supremo y concejales de Quito declaran Persona non grata a Maduro que visitará Ecuador. Ya es tiempo de un gobierno de transición nombrado por la Asamblea Nacional.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.