SILVERSTONE.– El Mundial de F-1 se puso de candela. El alemán Nico Rosberg (Mercedes) se impuso ayer en un accidentado y emotivo Gran Premio de Gran Bretaña en el que Fernando Alonso (Ferrari) –que finalizó tercero tras una gran remontada– apretó la parte alta de la tabla gracias al abandono de Sebastian Vettel (Red Bull).
“Fue una buena carrera, y muy afortunada por el retiro de Vettel. Al final fue un muy buen domingo”, dijo Alonso.
Vettel detuvo su coche por una falla en la caja de cambios a falta de 10 vueltas y cuando lideraba cómodamente la prueba, situación que aprovechó Alonso, quien adelantó a cuatro pilotos en los últimos giros. El alemán lidera el Mundial con 132 puntos, seguido del español con 111 y del finlandés Kimmi Raikkonen (Lotus) –quinto ayer– con 98.
“Es una pena porque estábamos en buena posición”, señaló un decepcionado Vettel.
La sorpresa fue Rosberg, que ganó el tercer GP de su carrera y segundo de la temporada, mientras que el australiano Mark Webber (Red Bull) y Alonso lo escoltaron en el podio.
Lewis Hamilton (Mercedes) terminó cuarto tras una escalada impresionante luego de reventar una llanta en la vuelta ocho cuando era el líder. Felipe Massa (Ferrari) y Jean Eric Vergne (Toro Rosso) también sufrieron el reventón de sus neumáticos, lo que pone a Pirelli en el centro del debate.
La próxima carrera será el GP de Alemania, que se disputará el domingo 7 de julio.
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