Cuando una empresa goza de una buena imagen, obtiene buenos beneficios gracias a la confianza, simpatía y lealtad de sus consumidores. Una gran parte de las decisiones de compra es inconsciente y emocional, inclusive la que realizan las empresas. Las personas preferirán comprarle a una empresa conocida como amigable, responsable y cumplidora de lo que promete, que a una percibida como lejana o que ha tenido problemas con sus clientes o con las autoridades.
Por ello, hay que tener un plan de trabajo constante para crear y cuidar la imagen. Esta es muy frágil y cualquier eventualidad, externa (clientes quejosos) o interna (problemas con el servicio), podría impactar. ¡No se duerma!
SABÍA QUE
- El origen
La imagen se forma en la mente del consumidor por estímulos externos e internos.
Los primeros son emitidos por empresas a través de acciones, comunicación, productos, empaques, precios, etcétera.
Los segundos tienen que ver con la cultura, crianza, prejuicios, autoconceptos e ideas de cada persona.
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