Adam Lanza, quien cometió la matanza en una escuela de primaria de Connecticut, le disparó cuatro veces a su madre en la cabeza antes de dirigirse al colegio y matar a 26 personas, entre ellos 20 niños, revelaron las autoridades, a medida que surgen detalles que indican que el asesino planeaba un ataque todavía peor.
La Policía del estado de Connecticut afirmó que sus agentes hallaron numerosos cargadores de 30 balas y centenares de municiones en el centro educativo donde ocurrió el hecho.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que en las próximas semanas usaría “todo el poder que tiene” para colaborar con la Policía, los profesionales de salud mental, padres y educadores, en un intento por evitar más tragedias como la de Newtown.
Según las autoridades, Lanza mató a tiros a su madre en su casa, luego condujo hasta la primaria Sandy Hook con al menos tres armas de ella. Irrumpió en la escuela por una ventana que rompió y abrió fuego. En cuestión de minutos, mató a 20 niños, seis mujeres y se quitó la vida.
El impensable derramamiento de sangre pudo ser todavía peor. El gobernador de Connecticut, Dannel Malloy, dijo que Lanza se suicidó cuando la Policía entró en el edificio.
“Suponemos que cuando estaba en la segunda aula escuchó a los oficiales viniendo. Al parecer en ese momento decidió quitarse la vida”, dijo Malloy en entrevista con la cadena ABC.
El gobernador no habló de los motivos del ataque y un policía dijo que no han encontrado cartas o diarios que pudieran darles alguna pista.
Un grupo de agentes federales recorrió decenas de tiendas de armas y campos de tiro en Connecticut en busca de pistas que arrojen luz sobre la vida del autor de la matanza.
Todas las víctimas fueron muertas a disparos de fusil y algunas con disparos a corta distancia. Al parecer todas fueron atacadas con más de un disparo, informó el jefe del servicio forense, el médico H. Wayne Carver. De los 20 menores, ocho eran varones y 12 eran niñas.
Las autoridades informaron que Adam Lanza no tenía antecedentes penales. Se cree que padecía algún desorden de personalidad, dijo un oficial que no quiso ser identificado por no estar autorizado a hablar del tema. Otro policía, que también habló bajo condición de anonimato, dijo que al joven se le diagnosticó Asperger, una forma leve de autismo.
La gente que padece este desorden casi siempre es muy inteligente y aunque pueden frustrarse fácilmente, no hay evidencia de vínculos entre el Asperger y el comportamiento violento, de acuerdo con los expertos.
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