La vida de Dzhokhar Tsarnaev, el único sospechoso vivo del atentado en el maratón de Boston y cuyo hermano, Tamerlan Tsarnaev, fue abatido por la Policía, ha cambiado radicalmente desde que fue capturado gravemente herido.
El joven checheno de 19 años permanece encerrado en una pequeña celda de tres por tres metros con una puerta de acero y una minúscula ranura por la que le dan sus alimentos, informó CNN.
Este reducido espacio también cuenta con una pequeña ventana, que permite a los agentes vigilar cada movimiento del presunto asesino.
Tsarnaev ya es capaz de hablar y de hecho ha estado comunicándose con el personal en el Centro Médico Federal de Fort Devens, según el portavoz John Colautti.
El personal médico de este centro, que alberga a 1,044 reos, hacen sus rondas regulares para comprobar que Tsarnaev sigue evolucionando favorablemente de sus heridas, añadió Colautti, quien no quiso aclarar si Dzhokhar colaboraba con los investigadores.
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