NEWTOWN.– Estados Unidos vivió ayer una de las peores tragedias de su historia debido a un tiroteo en una escuela primaria de Connecticut que dejó 28 muertos, 20 de los cuales eran niños de entre 5 y 9 años.
Un joven de 20 años con varias armas y un chaleco antibalas fue el protagonista de la pesadilla vivida por los más de 600 alumnos que asisten a la escuela primaria Sandy Hook de la pequeña ciudad de Newtown.
La alerta se desató a las 9:40 de la mañana (hora de Perú), cuando la Policía recibió el llamado urgente de que un tiroteo estaba produciéndose en el mencionado colegio.
Según varios medios estadounidenses, el atacante –identificado como Adam Lanza– ingresó al centro educativo vestido con ropa negra y de camuflaje militar, y equipado con un chaleco antibalas y tres armas semiautomáticas, dos pistolas y un rifle.
En cuestión de minutos entró a dos aulas, donde hizo más de 100 disparos –según testigos–, y luego se habría suicidado, ya que la Policía aclaró que sus agentes no realizaron ni un solo disparo.
Entre las víctimas en el colegio figuran 20 niños de entre 5 y 9 años –dos murieron camino al hospital– y seis adultos. Entre estos últimos han sido identificados la directora y la psicóloga del centro, mientras que la subdirectora se encuentra herida.
Antes de perpetrar la masacre, Adam Lanza mató a una persona en una vivienda, cuya identidad no se ha confirmado. Inicialmente se dijo que podría ser su padre, pero después se indicó que era su madre, maestra de preescolar en la escuela.
PÁNICO DE NIÑOS Y PADRES
“Oímos muchos golpes y gritos”, contó una niña poco antes de que sus padres se la llevaran a casa. “Un maestro me agarró y me metió en su clase”, relató de forma confusa otro pequeño, quien manifestó que se oían muchos golpes.
Brendan Murray, de 9 años, dijo que estaba con sus compañeros en el gimnasio de la escuela cuando escucharon “un montón de golpes” y los profesores les ordenaron que se escondieran en un armario, donde permanecieron ocultos durante 15 minutos.
La Policía envió rápidamente un importante dispositivo de seguridad a la escuela, pero el tiroteo había sido muy breve y los agentes ya no pudieron hacer nada, excepto comprobar que no había más atacantes mientras trataban de sacar de forma segura a los demás niños.
“La Policía nos dijo que nos abrazáramos, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio”, explicó Vanessa Bajraliu, una niña de 9 años, al diario local Hartford Courant.
Otros alumnos de la escuela de Newtown, una localidad de 27,000 habitantes y a unos 105 kilómetros al norte de Nueva York, fueron escoltados fuera del colegio por sus profesores entre gritos y sollozos.
Al conocer que se había producido un tiroteo en el centro educativo, muchos padres llegaron a toda prisa llorando y aterrorizados, para encontrarse con el edificio rodeado por policías buscando a más pistoleros.
“La escena era horrible y muy difícil”, reconoció un portavoz de la policía estatal de Connecticut, el teniente Paul Vance, sobre la situación que encontraron los agentes y el personal de emergencia en las aulas en las que se produjo la matanza.
INTERROGAN A HERMANO
El hermano mayor del asesino, Ryan –de 24 años y de Hoboken, New Jersey–, fue interrogado por las autoridades, indicó la Policía.
Inicialmente, un agente había identificado equivocadamente a Ryan como el autor de la matanza.
Un excompañero de clases del autor del tiroteo relató a la CBS que Adam Lanza era “solo un chico más que no causaba problemas ni mostraba tendencias antisociales”.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.