LONDRES.- Memorable. Casi no hay adjetivos para describir el partido que jugaron ayer el serbio Novak Djokovic y el argentino Juan Martín del Potro. Fue la semifinal más larga de la historia en Wimbledon, y el helvético la ganó (como lo pudo haber hecho el sudamericano) por 7-5, 4-6, 7-6 (2), 6-7 (6) y 6-3 en 4 horas y 43 minutos.
La derecha poderosa de ‘Delpo’, con tiros imposibles a las esquinas, acabó doblegándose ante la consistencia de ‘Nole’, quien atacó con mano pesada y defendió como una pared. “La gente se va a acordar de esto. No sé si los demás jugadores podrían hacer un partido así”, dijo el número uno.
La semifinal pudo haber sido distinta si Del Potro ganaba el tercer set. Tuvo tres pelotas para cerrarlo, con 6-5 en el marcador, pero Djokovic volvió para forzar (y ganar) el tiebreak.
El argentino no se entregó y levantó dos bolas de partido en el tiebreak del cuarto set, aunque el cansancio pareció agobiarlo en el set definitivo. Allí, ‘Nole’ tiró de oficio e hizo la diferencia.
DATOS – Hasta ayer, Boris Becker e Iván Lendl habían jugado la ‘semi’ más larga en Wimbledon (1989): cuatro horas y 1 minuto.
- Djokovic tomó ventaja de 9-3 sobre Del Potro, con quien se lleva muy bien.
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