La inseguridad ciudadana se apodera del país. El último viernes, presuntos sicarios asesinaron, de tres tiros en el pecho y cerca de su casa, en el barrio de Los Andes, al alcalde del distrito de Camporredondo, Efrén Wilder Cieza Silva, aparentemente porque no cedió al chantaje de los delincuentes.
El crimen ocurrió al promediar las 9 de la noche a solo tres cuadras de la comisaría del sector, en una zona que carece de alumbrado público. Algunos vecinos del lugar señalaron que los hampones estaban con los rostros cubiertos y huyeron a bordo de una moto.
El congresista Héctor Becerril dijo que, según amigos del asesinado burgomaestre, este venía siendo extorsionado por un grupo que buscaba ser beneficiado con las obras municipales. “Los delincuentes han adoptado un método: ni bien se va a licitar obras, envían emisarios para amenazar a los alcaldes y decirles que, si no les dan la buena pro, atentarán contra sus vidas”, afirmó.
El parlamentario sostuvo que los asesinos de Cieza serían miembros de la misma banda que contrató al sicario de 15 años que en febrero pasado mató a balazos al vicepresidente regional de Amazonas, Augusto Wong. En tal sentido, Becerril le pidió al presidente Ollanta Humala que “tome el toro por las astas” y declare en emergencia el país.
Sin embargo, Alberto Altamirano, regidor de Camporredondo, indicó que en la comuna no se tenía conocimiento de que el alcalde Wilder Cieza hubiera recibida amenazas.
En tanto, se supo que los familiares del fallecido burgomaestre habrían identificado a un poblador de la comunidad evangélica de Cococho como el responsable del homicidio. Al cierre de esta edición, la Policía buscaba a los asesinos.
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