Marco Miyashiro,Policía ®
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Me acerco al general Marco Miyashiro: “Buenos días, soy Gonzalo Pajares, de Perú21”. “Uy, me siguen los Gonzalo”, ironiza, haciendo referencia a Abimael Guzmán, el camarada ‘Gonzalo’. A 20 años de la detención del terrorista, conversamos con uno de sus captores.
Usted fue de la PIP (Policía de Investigaciones del Perú).
Así es. Ingresé en 1971, fui el primer puesto de mi especialidad: Investigación Criminal. Hoy me hubiera tocado investigar casos como los de Elita Espino, Ruth Thalía Sayas.
¿Cómo llegó a la lucha antisubversiva?
Como PIP, ya teníamos la experiencia en la lucha contra las guerrillas de los años 60. En los 70 se formó Vanguardia Revolucionaria y la Convergencia, grupo del que nace el MRTA. Los maoístas también se fraccionan y, así, nació Sendero Luminoso. En 1984 me trasladaron a la Jefatura Departamental de Huánuco, pues también soy comando antinarcóticos. Allí estuve en el destacamento La Breña, donde, como jefe de Inteligencia Operativa, luché tres años contra el terrorismo.
¿Es el trabajo de inteligencia el que vence a Sendero?
No. Es verdad que el gran mérito recae en la inteligencia policial, sobre todo en las ciudades, pero en el campo la guerra la ganó el campesino, que fue una de las víctimas de Sendero, y supo defenderse a través de los comités de autodefensa. Hay vivimos un ‘negacionismo’. En los 90 hubo muchas acciones –como el cambio de la legislación– que ayudaron a derrotar al terrorismo. Esto me consta pues con Santiago Fujimori elaboramos algunos planteamientos policiales para una mejor lucha antisubversiva.
¿La captura de Abimael fue un trabajo independiente del GEIN (Grupo Especial de Inteligencia) o fue parte de la política antisubversiva del Estado?
El Estado hizo sus esfuerzos, pero hubo problemas. Le doy un ejemplo. Diciembre de 1990. Nos ofrecieron 35 vehículos para suplir la carencia de efectivos que teníamos en el GEIN. De ellos, solo nos dieron cinco. Pero no por culpa del Estado, sino del egoísmo de los mandos que, por entonces, dirigían el Ministerio del Interior y la Policía.
¿Fue determinante la participación de Ketín Vidal en la captura de Abimael?
Ketín era el director de la Dircote, pero no veía con buenos ojos al GEIN, por eso creó otros grupos de inteligencia. En enero de 1992 me cambiaron a la selva. Tuve que recurrir a mis contactos políticos para que esta decisión fuese revertida. De lo contrario, no hubiera participado en los operativos que luego realizó el GEIN. Lo que queda claro es que ya había intenciones de desactivar el GEIN. ¿Por parte de Montesinos o Fujimori? No, por parte de la misma policía, pero no como institución sino dentro de la misma Dircote.
¿Fujimori y Montesinos estaban enterados de la operación de captura de Abimael?
Sí, porque cada 15 días nosotros le reportábamos nuestras acciones a Montesinos. Ojo, pero uno nunca da cuenta al detalle de las acciones, menos aún en acciones de inteligencia. Uno solo da los lineamientos generales, el derrotero del accionar, nada más.
Debo repetirle la pregunta, ¿a quién debemos agradecerle la captura de Abimael?
La parte operativa correspondió al GEIN, eso es indudable; pero no se puede decir que esta captura no correspondía a una política de Estado. Y la captura de Abimael significó el inicio de la derrota de Sendero, pero también contribuyeron a esta derrota la secuencia de operaciones que llevamos a cabo. Tan importante como la captura de Abimael fue la detención, el 17 de octubre, de los cabecillas de Socorro Popular, quienes eran los que cometían los atentados en Lima.
¿Montesinos le hizo bien a la lucha subversiva?
En algunos casos, pero lo empañó todo con sus actos de corrupción. ¿Y Fujimori? Cometió el error de darle demasiada confianza y atribuciones a Montesinos. Es un buen hombre.
¿Qué piensa del resurgimiento de Sendero a través de grupúsculos como el Movadef?
(Suspira). Nos hemos descuidado mucho, sobre todo en Inteligencia. Hay que identificar a los enemigos del Estado peruano, porque esta gente no es enemiga del Gobierno, de las autoridades, de Alan, Toledo o las FF.AA., es enemiga del pueblo peruano. Por eso, hay que instruir a los jóvenes, ir a los colegios y hablarles del terrorismo, de sus delitos… los senderistas son unos desgraciados y no hay que tenerles miedo.
¿Qué piensa del informe de la Comisión de la Verdad (CVR)?
Utilizó una metodología científica, pero hay datos que no puedo aceptar. Critico que se haya convocado cuando aún había terrorismo, y lo que hizo la CVR es dar la sensación de que el terrorismo ya había sido derrotado. La CVR habla de un ‘conflicto interno’, cuando Sendero y el MRTA fueron organizaciones criminales que cometieron el delito de terrorismo.
AUTOFICHA
- Mis abuelos eran de Okinawa. Se instalaron en Huaral y Huacho. Nací en Barrios Altos. A los tres años me mudé a Chucuito (Callao), donde mis padres pusieron una bodega.
- Me siento más chalaco que limeño. Siempre fui boy scout, así que mi juventud fue muy sana. Decidí ser policía por mi vocación de scout.
- Estudié en el Leoncio Prado. La pasé bien porque la disciplina de mi casa era más fuerte que la del colegio (ríe). No me gustaba usar uniforme, por eso ingresé a la PIP.
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