02.MAY Jueves, 2024
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"Modelé en bikini en la TV y para mi padre fue terrible"

“Tuve un espíritu aventurero cuando era más joven, hoy quiero quedarme en un solo lugar”, nos dice de su actual faceta Marisa Minetti, exmodelo y actriz.

Foto: Rodrigo Málaga.
Foto: Rodrigo Málaga.

Marisa Minetti,Empresaria
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Modelo, actriz, conductora de televisión y empresaria, hoy, Marisa Minetti vive entre Lima y Buenos Aires. Dueña de una productora especializada en bodas, Boda Brillante, en esta charla nos confiesa que quiere casarse por segunda vez y ser mamá.

¿Dónde te sientes más cómoda: en el Perú o en Argentina?
Me estoy adaptando a Argentina, reinsertándome en mi propio país, pero extraño mucho al Perú: aquí pasé 21 años, hice empresa, construí una vida, y dejar todo esto me ha costado muchísimo.

Curiosamente, cuando muchos no quieren vivir en Argentina, tú lo haces, imagino que por alguna circunstancia feliz…
Mi novio, a quien conocí aquí, es argentino; por él regresé a Buenos Aires. Pero él, como yo, también tiene una empresa en el Perú, eso hace que no nos hayamos ido del todo. Igual, me gustaría asentarme en un solo lugar. ¿Lima? No lo sé.

Llegaste al Perú a los 18 años…
Ha sido la mejor decisión de mi vida. Vine por varias razones: por mi espíritu aventurero, porque había terminado con mi novio de entonces y porque quería ver a mi padre, quien es chiclayano. Fue difícil, pues siempre he sido muy independiente, pero mi padre quería controlarme. Empecé a trabajar en la TV, como modelo, a salir en ropa de baño, en bikini… y, aquí, ese oficio no estaba muy bien visto. Para mi padre era terrible, porque cómo su Marisita iba a hacer algo así (ríe).

¿Cuándo te diste cuenta de que eras bella y que podías usar tu belleza en tu carrera?
Fue en Lima, en Argentina no llamaba la atención. Yo quería trabajar en turismo, pero me contrataron en un gimnasio como ‘personal trainer’. Un día se me acercó un muchacho y me dijo que hiciera un casting. Lo que más me interesó fue que el comercial se iba a hacer en Machu Picchu. Me recomendaron que fuera espontánea. Fui al casting muy nerviosa, hasta con vergüenza, pero me eligieron.

¿Te sientes pionera en el mundo de la publicidad?
Sí. Hice muchísimos comerciales, tantos que mis amigos me aconsejaban que no hiciera tantos, que me iba a quemar. El modelaje, además de ser divertido, pagaba muy bien. Claro, al inicio me moría de vergüenza cuando salía en ropa de baño, pero me atreví y hasta fui una ‘Chica de Impacto’.

Hiciste empresa de tu oficio…
Sí, fundé Publimoda. En el modelaje vi mucha informalidad y un mercado con muchas necesidades. Entonces, decidí ponerme al otro lado. Estudié el mercado, sus falencias, los problemas con las modelos, las necesidades de los clientes, etcétera.

Pareces una mujer de carácter…
A veces soy muy radical, exigente y perfeccionista. Mandé a mucha gente al diablo, no solo a modelos, sino también a clientes. No me casaba con nadie, quizás fui muy radical, pero esa era mi filosofía.

Además, fuiste actriz…
Todo de manera paralela (ríe). La actuación, aunque me apasiona y siento que es mi debilidad, la tomé como un hobby. Pero, igual, me siento actriz. Soy histriónica y actuar me hace bien, me libera, es mi terapia.

Actriz, modelo, empresaria, ¿qué te sientes más?
Siempre fui consciente de que el modelaje venía con fecha de caducidad, que iba a aparecer gente más joven. Pero me sirvió para generar un capital de trabajo. No quería que el modelaje, la actuación y la fama me distrajeran de mi vocación empresarial, y fue una buena decisión. Además, no fue fácil pasar de modelo a empresaria, sobre todo por cómo te miraba la gente. Pero, una vez que agarré camino y ritmo, no paré.

Ahora tienes una empresa que organiza bodas…
Llegué a ese mundo gracias a que Panamericana TV me invitó a conducir Bodas & Estilo. Hasta entonces no me había llamado la atención. Yo estaba metida en el BTL, en la moda, en estrategias de marketing, en conceptos creativos. Pero, como necesitaban a alguien con experiencia frente a cámaras, acepté. Como en el modelaje, vi que el mercado era muy informal, pero en crecimiento. Entonces, decidí crear una productora, Boda Brillante, que se encargara de todo lo relacionado con la boda y no solo ser unos ‘wedding planer’… Ya vamos a cumplir cuatro años.

¿Cómo es el peruano que se va a casar?
Muy desconfiado. Por eso, hacemos un trabajo de filigrana, los llevamos de la mano y nos encargamos de todo: desde los trámites civiles y religiosos, pasando por el local y el catering, el vestido, las fotos y el video y, si desean, hasta organizamos la pedida de mano; incluso les damos asesoría psicológica. La idea es que los novios nos contraten y, luego, se olviden de todo y solo la pasen bien.

¿Te volverás a casar?
Espero tener una segunda oportunidad… y, esta vez, mi boda será mejor (ríe). Además, quiero ser mamá. Hace un año ni lo hubiera pensado, hoy me encanta la idea.

AUTOFICHA

- Por mi temperamento, no me gusta esperar, no me gusta la inestabilidad. Por eso decidí convertirme en empresaria, para seguir el camino que yo misma trazaría.

- Estudié Turismo. Mi idea al llegar al Perú era dedicarme a ese rubro. La mejor decisión que he tomado en mi vida fue venir a vivir al Perú.

- Estuve casada. Mi empresa organizó la boda, pero no fue lo mejor que hemos hecho (ríe). Espero tener una segunda oportunidad para hacer algo mejor (ríe).


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