BAGDAD (AFP).– Al menos 49 personas murieron y más de 100 resultaron heridas en una ola de ataques, en su mayoría contra barrios chiitas de Bagdad, en una nueva espiral de violencia que ensangrienta Irak desde el comienzo del año.
Ningún grupo ha reivindicado los ataques, pero los insurgentes próximos a Al Qaeda suelen ser los responsables de este tipo de atentados coordinados contra los chiitas, a los que consideran apóstatas.
La parálisis del aparato político, provocada en parte por las discrepancias entre sunitas y chiitas, junto con una corrupción endémica y el mal funcionamiento de los servicios públicos contribuyen a alimentar la inestabilidad en el país.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.