Los últimos escándalos del Congreso de la República, como la ‘repartija’ de los cargos públicos en el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y el Banco Central del Reserva –tal como lo denunciara *Perú21*–, además del incremento del presupuesto y del aumento indiscriminado de la planilla de trabajadores, junto con el blindaje a legisladores condenados por el Poder Judicial, le han pasado la factura.
La VIII Encuesta Nacional sobre Percepciones de la Corrupción en el Perú 2013, elaborado por Ipsos Perú por encargo de Proética, revela que el 55% de la población considera que el Legislativo es la institución más corrupta en el país.
Incluso señala que su descrédito está ahora por encima de la Policía Nacional (53%) y del Poder Judicial (49%), que siempre se han disputado ese puesto. Es más, en 2012, el Parlamento ocupaba la tercera posición en dicha categoría.
Las municipalidades (27%), los gobiernos regionales (24%), los partidos políticos (22%), la Fiscalía de la Nación (13%), el Gobierno Central (11%), las Fuerzas Armadas (10%) y las empresas privadas (7%) también figuran en la lista de las instituciones más corruptas, que ahora lidera el Congreso.
Una evidencia más de que la población percibe que no se ha avanzado en la lucha contra la corrupción, pese a que fue una promesa electoral del mandatario Ollanta Humala.
El presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Samuel Gleiser, advirtió que “uno de los resultados más importantes de este sondeo es que 3 de cada 5 encuestados considera que la corrupción es el principal obstáculo para el desarrollo del país, y en el caso de los emprendedores, la cifra sube a 4 de cada 5 entrevistados”.
Precisó también que “el 55% tiene claro que la gran cantidad de trabas burocráticas propicia las condiciones para el pago de coimas, y el 57% considera que si hubiera menos obstáculos en las gestiones para tramitar, por ejemplo, un servicio, habría menos actos de corrupción”.
CULPA DE LA ‘REPARTIJA’
Por su parte, la directora de Proética, Cecilia Blondet, dijo que esta encuesta refleja el nivel de malestar que tiene la ciudadanía frente al Estado en el tema de la corrupción. “Hay una serie de medidas que ha tomado el Gobierno, pero la población no lo siente. La percepción es que el Estado solo funciona cuando se paga”, indicó a Perú21.
Respecto al incremento del porcentaje de la población que cree que dentro de cinco años la corrupción en el Perú habrá aumentado, Blondet señaló que “hay un problema de desconfianza, desinterés, desafección y desilusión frente a un gobierno que prometió luchar contra la corrupción y que, luego de dos años, no está entregando resultados”.
Esta encuesta también revela que solo el 22% considera que el presidente Humala tiene liderazgo para luchar contra este flagelo, frente al 77% que considera que tiene poco o nada de liderazgo. En el sondeo se observa que el 58% considera que la corrupción es el principal problema que enfrenta el Estado para lograr el desarrollo del país.
Pero lo más preocupante es que el 83% de los peruanos se muestra tolerante al pago de coimas y al hecho de que un funcionario público favorezca a parientes y amigos para agilizar un trámite público.
Según el mismo sondeo, el 58% no sabe cómo ni dónde denunciar estos casos. Es más, el 86% cree que los resultados de sus denuncias no son efectivos o son poco efectivos.
Los políticos tienen la imagen por los suelos pues el 71% cree que entre ellos hay más corrupción en la sociedad. Resultados para reflexionar.
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