Melania Urbina,Actriz
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Melania Urbina es una eterna adolescente, no por su comportamiento, sino por su aspecto. A sus 35 años sigue haciendo papeles de veinteañera… y no le pesa. A pocos días de su ingreso a Al fondo hay sitio ha vuelto a las tablas en Toc*Toc, buena comedia que se presenta de J a L, a las 8 p.m., en la Biblioteca Nacional (Av. de la Poesía 160, San Borja).
Te vimos muy seriecita hablando de temas culturales en Tiempo después…
Fue una gran experiencia. Fueron meses de mucho aprendizaje, no solo en el tema de la conducción, sino en toda la información que recibí de Juan Luis Orrego, el historiador con quien conduje el programa. Escuchar hablar a nuestros invitados de temas tan distintos fue un placer… Cada programa fue una verdadera clase.
Se critica presencias como la tuya en este tipo de programas. “Con qué autoridad ella está allí”, se dice…
Yo no era la que daba la información, yo no era la experta. Mi papel fue representar a alguien común y corriente que, con mucha curiosidad, formulara la pregunta sencilla, simple y aterrizada, aquella que cualquiera podría hacer. Yo representaba al televidente. Es una pena, pero he tenido que renunciar.
Y de un programa cultural pasas a Al fondo hay sitio…
Me asusta un poco porque Al fondo hay sitio es una maquinaria que funciona sola, y uno debe adaptarse casi de inmediato para no ser un factor de retraso. Todos llevan varios años trabajando juntos, todos se conocen… son como una familia. Por otro lado, he llegado con muchísimo entusiasmo y agradezco la oportunidad de sentir algo de este fenómeno televisivo.
Tú tienes un informante privilegiado…
(Ríe). Sí, desde hace dos años ‘vivo’ Al fondo hay sitio de costadito pues Andrés (Wiese, su novio) me contaba cómo se manejan las cosas allí. Además, tengo muchos amigos en la serie, viviendo el día a día con ellos.
Ahora la serie va a estar en todos lados contigo: en tu trabajo y en tu casa…
Bueno, con Andrés aún no nos ‘cruzamos’ en la serie y, si lo hacemos, será poco porque mi historia va por otro lado… aunque en Al fondo hay sitio nunca se sabe pues las historias se entremezclan y se producen varios giros y, como pasa en la vida, siempre te da sorpresas.
¿Quién es el papá del hijo de Grace?
(Ríe). No lo sé (risas). Es alucinante cómo los personajes de la serie han adquirido vida propia y se han convertido en parte de la realidad.
Ahora serás más famosa…
No sé cómo una pueda prepararse para la fama. Ahora, si he aceptado estar en la serie es para vivir la experiencia de la manera más linda y positiva. Sé que la gente me va a dar cariño de una manera más grande y evidente, pero, felizmente, tengo la capacidad de pasar bastante desapercibida.
Es verdad, te pones tus lentes y una capucha y pareces una niña, una adolescente…
Tengo 35 años. Me parece irónico que, a pesar de que los años pasan, me sigan dando papeles de veinteañera. Por ejemplo, en Toc*Toc hago el papel de una chica de 23, me paso de sinvergüenza (ríe). ¿Me disgusta? No, me parece genial. Estoy feliz con mi edad, no la cambiaría por nada: a los 30 ha empezado la plenitud de mi vida, no retrocedería a mis 20. Sin embargo, estoy contenta con parecer de menos; ya la naturaleza se encargará de hacerme parecer de 30, no voy a ser una veinteañera para siempre. Además, esto me da la posibilidad de abarcar una variedad de personajes. Por otro lado, después de los 30 vamos siempre para arriba, tenemos las cosas claras y no nos hacemos tantos rollos, comenzamos a apreciar la simpleza.
Eres mayor que Andrés. ¿Eres también más madura?
Hemos crecido juntos, nos hemos enseñado muchas cosas, y esto es la clave para que una relación funcione. Cuando empezamos a salir, Andrés, mentalmente, no era ningún chibolo, tenía las cosas bastante claras, y las tiene hasta ahora, eso me gusta. Eso sí, yo me veo menor que él (risas).
Tienes una hija. ¿Ya te ha pedido un hermanito?
El otro día me dijo: “Mami, te gustaría tener un bebé”. Casi me desmayo. Le dije que quizás, que algún día. Ella me respondió: “No, mamá, te hablaba de un BlackBerry” (risas). Para los niños de hoy, un bebé (BB) es un BlackBerry. Ahora, aunque este no es el momento, sí, me gustaría volver a ser mamá.
¿Te suena bien el apellido ‘Wiese Urbina’?
Hoy, Andrés es mi pareja, es el hombre que amo y, si sueño con tener hijos, será con él. Yo nunca estaría con nadie por pasar el rato, soy bien formal y el amor me lo tomo en serio. Claro, dentro de una relación hay que reírse, jugar, divertirse y tomarse las cosas sin tanta densidad, pero si estamos juntos es porque nos amamos. Yo no me obsesiono con hacer planes; si algo he aprendido a mis 35 años es que hay que vivir el presente.
AUTOFICHA
- Hay que vivir siempre pensando que pasamos la mejor etapa de nuestra vida. Pero, después de los 30, uno va siempre para arriba pues tiene las cosas claras.
- Juan Carlos Fisher, el director de Toc*Toc, es muy prolífico, no para de montar obras y de viajar y de verlas. Su registro es inmenso. Es un capo.
- Mis amigos me fastidian porque siempre soy la más chancona. Pero hoy vivo una etapa donde no solo me interesa trabajar. Hoy valoro mucho mi tiempo libre.
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