China arrebató el protagonismo este lunes en la apertura de la cumbre Asia Pacífico mientras Estados Unidos se eclipsa intentando apagar el fuego de la crisis que ha paralizado a la administración de Barack Obama.
“China no puede desarrollarse aislada de Asia-Pacífico y el Asia-Pacífico no podrá prosperar sin China”, sostuvo el presidente chino Xi Jinping en la apertura de la cumbre del Foro de Cooperación de Asia y Pacífico (APEC), en un intento de disipar los temores que suscita Pekín, llamada a jugar un papel político creciente en este mundo en el que desde el fin de la Guerra Fría lideraba en solitario EEUU.
“Asia Pacífico es una gran familia y China es miembro de esta familia”, dijo Xi, antes de agregar que su país “trabajará en pos de la paz regional y ayudará a cimentar los pilares para el bienestar de la región Asia Pacífico”.
Desde que llegó al poder en marzo, Xi no ha escatimado viajes a la región para tranquilizar a sus vecinos ante los recelos que suscitan los reclamos territoriales de Pekín.
“Un desarrollo sostenido y saludable de la economía china aportará mayores oportunidades de desarrollo de la región” que acoge a 21 economías de la cuenca del Pacífico y que genera el 54% del PBI mundial y el 44% del comercio del planeta, sostuvo el mandatario asiático.
La crisis que afronta Obama en casa, donde el Partido Republicano se niega a aprobar el presupuesto y aumentar el techo de la deuda si no retira la reforma sanitaria, su principal activo presidencial, no solo erosiona el débil crecimiento de la economía mundial, sino que amenaza el liderazgo de EEUU en la región y el mundo.
Este “momento político”, como lo definió John Kerry, “lo superaremos con fuerza y determinación”, dijo a sus socios comerciales.
La ausencia del presidente Obama, la segunda consecutiva en este foro, preocupa también por el impacto que pueda tener en el ambicioso Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que 12 países de la región —entre ellos Estados Unidos—, trata de sacar adelante todavía antes de que concluya el año.
“El crecimiento mundial es demasiado débil, los riesgos siguen con tendencia a la baja y las perspectivas económicas sugieren que el crecimiento se va a ralentizar y será menos equilibrado de lo deseado”, advirtieron los ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de la APEC, reunidos la semana pasada en Bali.
Xi quiso infundir un poco de optimismo en las perspectivas de la segunda economía mundial, pese que el crecimiento del PBI pasó del 8% al 7.6% en el primer semestre. “Quiero enfatizar que, sobre la base de exhaustivos análisis de todos los factores, tengo total confianza en el futuro de la economía china”, dijo.
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