El reloj biológico de las mujeres es inflexible. A partir de la tercera o de la cuarta década de vida, ellas experimentan una serie de cambios hormonales (climaterio) que derivan, finalmente, en el cese definitivo de la menstruación (menopausia), de tal manera que dejan de ser fértiles.
Es una etapa complicada, ciertamente, pero que se puede afrontar con inteligencia. Milagros Agurto, nutricionista de Poise, considera que una clave radica en la alimentación. Ella señala que es necesario consumir carnes, menestras, lácteos, huevos, vegetales, aceituna, palta, frutos secos, nueces, aceite de oliva, semillas de chía, agua, en fin. Hay que tener en cuenta la pérdida de volumen óseo y muscular que se produce debido a las alteraciones hormonales.
Asimismo, aconseja la práctica de actividad física.
“Puedes tomar leche por el calcio, pero no te ayudarás del todo si es que no haces ejercicios. Eso favorece el fortalecimiento de los huesos”, explica Agurto.
Otro punto importante: la salud mental. Es común que muchas mujeres sucumban ante el estrés, la depresión o la ansiedad, por lo que resulta fundamental encontrar actividades que mantengan ocupada la mente.
Agurto sugiere que se pinte mándalas, que son símbolos circulares que provienen del hinduismo y del budismo. Según la especialista, mejora la concentración, reduce los niveles de estrés y, por lo tanto, disminuye el riesgo de sufrir algún mal cardiovascular.
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