Óscar Libón
olibon@peru21.com
La noche debió ser muy tensa en Palacio de Gobierno. A las 11:15 p.m. informó oficialmente que el presidente Ollanta Humala había aceptado la renuncia del consejero presidencial en asuntos de Seguridad y Defensa Nacional, coronel EP ( r ) Adrián Villafuerte Macha.
Justo esto ocurrió luego de varias horas de reunión entre el mandatario y el premier César Villanueva por el escandaloso caso de la protección policial al colaborador montesinista Óscar López Meneses, por el que solo habían caído mandos policiales y el ministro del Interior Wilfredo Pedraza. Villafuerte es hombre de estrecha confianza del mandatario. Sin embargo, desde que fue designado en ese cargo se recordó sus vínculos con la esfera de poder de Vladimiro Montesinos.
Respecto al caso, Perú21 entrevistó ayer a fuentes castrenses de inteligencia que informaron que actualmente López Meneses (45 años) tendría vínculos con determinados sectores de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI).
Estas conexiones de López Meneses, cuya residencia fue custodiada de manera irregular durante los últimos 16 meses, no empezaron en el actual gobierno, sino que se remontarían al anterior régimen, de acuerdo con las mismas fuentes, que pidieron la reserva de su identidad.
Pero ha sido en la gestión de Humala que López Meneses se ha visto fortalecido, a tal punto que este fue invitado –la semana pasada– a la ceremonia del aniversario 22 de la VII Dirección Territorial Policial, por el propio general PNP Luis Praeli, entonces jefe de esa jurisdicción. La función extraoficial de López Meneses tendría que ver con tres áreas que desarrolla la DINI: operaciones psicosociales, seguimiento de inteligencia a objetivos políticos y la aplicación de tecnología en casos específicos.
Respecto a esto último, las fuentes señalaron que López Meneses estaría relacionado, además, con el manejo de algunos de los 90 equipos de interceptación telefónica que habrían sido adquiridos el año pasado por Inteligencia estatal.
Las fuentes indicaron que antes del gobierno de Humala, Inteligencia estableció que el cómplice de Montesinos era un conspirador que ofrecía ascensos o cambios de colocación, en el caso de los militares, y negocios o contactos de alto nivel, a civiles. Fue así que López Meneses –pese a estar en el penal San Jorge, en 2005– se vinculó a compañeros de la promoción castrense de Humala, durante la primera campaña electoral de ese año.
¿QUÉ SE PROTEGÍA?
A pesar de que han transcurrido tres días desde que se destapó el caso del irregular resguardo policial –que incluyó la vivienda de Óscar López Zapata, padre del exoperador montesinista– hasta ahora se desconoce qué o a quién se custodiaba con excesivo despliegue de personal y recursos de la Policía Nacional y también del serenazgo de la municipalidad de Surco.
Lo que se sabe es lo que ha quedado registrado en documentos oficiales de la institución policial: que la primera orden provino de la Marina, a través del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA), el 29 de mayo del 2012. Esto en referencia a la casa de López Meneses, de la calle Batallón Libres de Trujillo 209, Surco, en donde supuestamente vivía el almirante José Cueto Aservi.
Así lo consignaron, por escrito, diferentes oficiales PNP, entre generales, coroneles y comandantes, mediante notas informativas, memorandos múltiples y órdenes telefónicas.
Esas comunicaciones oficiales fueron ratificadas en los últimos días por el general PNP ( r ) Raúl Salazar y los altos oficiales de la misma institución en actividad Carlos Gómez Cahuas, Aldo Miranda y Luis Praeli, estos tres últimos removidos de sus cargos por su presunta participación en el caso. Ellos afirmaron que recibieron esa dirección de parte de Cueto Aservi, quien, a su vez, lo ha negado enfáticamente.
Los policías indicaron que dialogaban con el jefe del CCFFAA a través del núméro de celular 954717650 que, todo indica, era utilizado por personal de la Marina.
Algo similar sucedió con el domicilio del padre de López Meneses, el pasado 12 de agosto. Aunque en este caso, la propia entidad policial justificó la presencia de un contigente de resguardo bajo el argumento de que se custodiaba la residencia del mandatario Ollanta Humala, que está a varias cuadras de distancia de la referida vivienda, como lo adelantó ayer Perú21.
No obstante, resulta extraño que el 15 de agosto último, la PNP haya dispuesto la instalación de un “servicio de patrullaje móvil y vigilancia permanente” en el domicilio real del marino, situado en la calle Enrique Granados, en San Borja, pues la entidad castrense cuenta con su propia dirección de seguridad.
Asimismo, llama la atención que se haya mantenido la custodia policial en la residencia de López Meneses –que oficialmente se decía era de Cueto–, a pesar de que ya se conocía el domicilio verdadero del alto oficial.
Reporteros de este diario constataron que los inmuebles de López Meneses y de su padre tenían una cantidad inusual de cámaras de vigilancia conectadas directamente a las viviendas. Es más, una cámara de video de la Municipalidad de Surco tiene un cable que llega hasta la casa del progenitor del operador montesinista.
DATOS
- El programa Mira quién habla de Cecilia Valenzuela informó ayer que Óscar López Meneses visitó el cuartel El Potao acompañado por su primo, el marino Oswaldo Zapata Corrales, y José Luis Gavidia Arrasco.
- Zapata Corrales fue destacado al CCFFAA por recomendación del exministro de Defensa, José Urquizo. Inicialmente quiso pertenecer al Área de Inteligencia, pero el comando lo derivó a Inspectoría.
- El número del celular con el cual se llamó a los oficiales de la Policía fue adquirido en Junín por Francisco Lara Rojas, exempresario de telecomunicaciones, cuyo domicilio se ubica en el distrito de Surquillo.
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