Gonzalo Pajares Cruzado (gpajares@peru21.com)
Natale Amprimo presidía la Comisión de Constitución cuando, a inicios de 2004, el gabinete de Carlos Ferrero estuvo a punto de no recibir el voto de confianza del Congreso. Para establecer diferencias y semejanzas entre aquella situación y la actual, lo buscamos… y para analizar las posibles salidas a la crisis política que hoy vive el país.
¿Cómo debemos interpretar lo sucedido la noche del viernes en el Congreso?
Es la crónica de una situación anunciada. Cuando se produjo la caída del gabinete Villanueva, señalé que más temprano que tarde estos nuevos ‘modales’ políticos le pasarían factura al Gobierno, que ha tenido una permanente vocación por el enfrentamiento y ha generado esta situación. Ante esto, la oposición se supo mantener unida y le envió el siguiente mensaje: “No estamos de acuerdo con tu manejo de las políticas de Estado y, por eso, no te daremos el voto de confianza que necesitas”.
¿Hoy tenemos Gabinete?
El Consejo de Ministros no ha tenido el voto de confianza que solicitó, pero cabe la reconsideración de la segunda votación. Para que proceda se necesitan 66 votos –la mitad más uno parlamentarios– y, reconsiderada la votación, se vuelva a plantear el voto de confianza al Gabinete.
¿La reconsideración está prevista en la Constitución?
Está prevista en el Reglamento del Congreso. Una votación no puede ser reconsiderada cuando el acta de la sesión ya ha sido aprobada o cuando se han ejecutado los actos aprobatorios con dispensa del trámite de redacción del acta, lo que no ha ocurrido. He escuchado que, como seis congresistas votaron en contra del voto de confianza, la aprobación ya se dio. Esto no es correcto, pues el artículo 58 del Reglamento del Congreso establece que, para que la votación sea válida, esta tiene que superar el quórum necesario, pero si sumamos los votos a favor y en contra –42 a favor, seis en contra– estos no superan el quórum.
Acá no hubo un voto en contra sino una mayoría que se abstuvo…
Si bien nuestro sistema es presidencialista, el Gabinete tiene toques parlamentaristas, una doble investidura: juramenta ante el presidente pero debe obtener, dentro de los 30 días de su juramentación, el voto de confianza del Congreso. Si no lo obtiene, cae. En 2004, la Comisión de Justicia –que, por entonces, yo presidía–, recibió el encargo de elaborar un informe sobre la correcta interpretación de los votos en contra y de las abstenciones.
Eso pasó en el Gobierno de Toledo, cuando el Gabinete de Carlos Ferrero solicitó el voto de confianza al Congreso…
Así es. Aquella vez, si bien el número de votos a favor (49) era superior al de los votos en contra (44), si sumábamos a estos las abstenciones (6), resultaba que era superior a los votos a favor. ¿Qué interpretó la Comisión de Constitución? Que el voto en abstención no es ni a favor ni en contra, es un voto en silencio que no implica ningún pronunciamiento, es decir, el que se abstiene no expresa opinión.
Además, hay que tener en cuenta el quórum…
El artículo 58 del Reglamento del Congreso establece que, para que una votación sea válida, debe superarse el quórum mínimo, y este es el resultado de la mitad más uno de los congresistas hábiles, no del total de parlamentarios. Se lo grafico: Si de los 130 congresistas, 30 estarían con licencia o suspendidos, el número de congresistas hábiles sería de 100, y el quórum sería de la mitad más uno, es decir, 51. Ayer se dio un caso particular: si sumamos los 42 votos a favor más los 6 en contra, estos no hacen quórum, por lo tanto, el gabinete Cornejo no ha recibido el voto de confianza.
¿La oposición ha actuado con responsabilidad?
Sí, porque el gobierno ha tenido posiciones de beligerancia innecesarias. Es increíble como Humala ha esfumado el buen clima que generó la sentencia de la Corte de la Haya.
La noche del viernes, la oposición gritaba: “Y va a caer, y va a caer, el Gabinete va a caer”, mientras el oficialismo respondía con un “disolver, disolver”. ¿Cómo interpreta una situación así?
La Constitución contempla la posibilidad de que el presidente, constitucionalmente y en circunstancias específicas, disuelva el Congreso. Por ejemplo, cuando se le niega la confianza o se censura a dos gabinetes. Ahora, el presidente puede disolverlo, pero no está obligado a hacerlo, es decir, incluso con dos gabinetes censurados el Congreso puede seguir funcionando. Si decide disolverlo, debe convocar de inmediato a elecciones parlamentarias. Lo cierto es que, si el Congreso censura o no da el voto de confianza a un Gabinete, a futuro el Ejecutivo puede tensar la cuerda y pedir votos de confianza para aprobar las leyes que le convengan.
Visto lo ocurrido, ¿cuál es el juego político del oficialismo?
Me declaro incapaz de interpretar al oficialismo. No entiendo cómo un Gobierno que logra una opinión favorable después de lo de La Haya, se empecina en diluir esta confianza, se muestra sin autoridad y confrontacional. Algo así no está en mi lógica; quizás sí en una lógica militar.
¿No serán solo torpes?
No. La forma cómo actuaron con Villanueva no revela torpeza sino mala fe. Tengo la mejor de las impresiones sobre René Cornejo. Es un buen técnico, pero hoy necesitamos decisiones políticas que lleven hacia la calma, y Humala se pelea no solo con la oposición sino con la prensa, con los grupos económicos. El Ejecutivo debe entender que no debe seguir gobernando así.
De acá en adelante, ¿cómo debe actuar la oposición?
Con madurez. Lo pasado el viernes abrirá las puertas para que el 28 de julio se instale una mesa directiva que no será presidida por el nacionalismo.
¿Qué hacer con Nadine?
Yo le reconozco méritos pero debería autorregularse, pues las buenas intenciones pueden resultar hasta negativas. Le han hecho un daño al designarla presidenta del Partido Nacionalista. La señora Nadine Heredia tiene todo el derecho de opinar pero no a maltratar ni a tomarse atribuciones que no le corresponden y, si opina –por el lugar que ocupa–, debe hacerlo con prudencia, pues su sobreexposición y la sensación de que es ella la que manda, le hace daño al presidente de la República… y lo opaca.
Humala dice que hay una campaña asquerosa en contra de su esposa…
Ese calificativo afecta a Humala, no a sus adversarios. Nadie en el Perú, y menos los que luchamos por el retorno a la democracia, quiere tener un gobierno débil; pero, en democracia, la crítica al poder es necesaria y no hay que ofenderse. Además, en este caso, ¿quién maltrató a Villanueva, quién se trajo abajo a su Gabinete, el Gobierno o la oposición? Entonces, no podemos hablar de una campaña en contra de Nadine. El Gobierno necesita una autocrítica.
Los ministros han puesto su cargo a disposición…
Es lo que corresponde. Lo sucedido es grave. La solución a esta crisis está en manos del Gobierno: por ejemplo, cambiar antes del lunes a algunos ministros que generan conflicto y mantener a Cornejo.
¿Se debería eliminar el aumento de sueldo de los ministros?
No entiendo cómo ellos se doblaron el sueldo y, después, dijeron que el tema del sueldo mínimo no estaba en agenda, cuando su discusión la ordena la propia Constitución. Actuaron torpemente, pues lo que no es políticamente correcto es que los ministros se dupliquen en sueldo y no piensen en el resto del aparato estatal.
¿Esta crisis se solucionará mañana con la nueva votación en el Congreso?
Eso dependerá de la buena voluntad del Gobierno. Si no lo hace, entonces ya tendríamos que pensar que lo sucedido responde a una estrategia distinta.
¿Hay vientos antidemocráticos en el Gobierno?
(Piensa). Hay señales que revelan que, para muchos de sus integrantes, la institucionalidad y las formas no son importantes y esto, en un país con la inestabilidad histórica que hemos padecido, es muy grave.
¿Hoy nuestra democracia está en peligro?
Tenemos una oportunidad para demostrar que está madurando y que tiene mecanismos internos para corregirse y, así, fortalecerse. Toda crisis es una oportunidad para avanzar y no para caer.
FRASES
- El gabinete Cornejo tuvo un vicio de raíz por la forma cómo nació (la salida del premier por la interferencia de Heredia), y que se acentuó al mantener a algunos ministros que deben salir: Justicia, Defensa y Relaciones Exteriores, por ejemplo.
- En el Ministerio de Economía no se tenían cambios previstos, sin embargo, después del comportamiento de Castilla frente a Villanueva, es lo esperable. Por cuestiones políticas, Castilla debió salir: en política los gestos son fundamentales, y sus expresiones sobre Villanueva no fueron las correctas.
- Los países, como las personas, tienen historias clínicas. La nuestra revela una falta de institucionalidad continua.
TENGA EN CUENTA
- La reconsideración de la segunda votación del pasado viernes es posible.
- Si el lunes la aprueban la mitad más uno de los congresistas (66 votos) se procede a una nueva votación.
- Si el gabinete Cornejo no alcanza los votos (necesita la mitad más uno del quórum) deberá cambiarse.
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