¿Es posible desconectarse de la tecnología?
Claro que sí. Es difícil porque cada vez tenemos más estímulos y, también, más responsabilidades. Es cuestión de ordenarnos. Una sugerencia es ser consciente del tiempo que se dedica a la tecnología. Conviene hacer una lista del tiempo que dedicamos a la computadora, al celular, a la televisión, en fin. A partir de eso, hay que crear horarios. Es decir, si tengo que usar la computadora de tal hora a tal hora, pues, hacerlo solo en ese horario. Hay que ponerse un plazo para revisar correos, responderlos, leer noticias, usar las redes sociales, navegar, en fin. Una hora, dos horas, pero no excederse.
¿Qué hacer con el celular?
Podríamos moderar su uso. Te pongo una situación: la hora de almuerzo. Es un espacio para comer tranquilamente, para compartir con los seres queridos. Creo que uno debería dejar el celular e invertir más tiempo en conectarse con los demás. Podría funcionar poner un cartelito que diga “prohibido celulares”, aunque suene gracioso. Así como hay una dieta nutricional y estamos pensando en reducir las calorías que consumimos, me parece que podemos tener una “dieta tecnológica”. Sería muy saludable.
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