Patricia Kadena,Entrevista.21
pkadena@peru21.com
Pedro Pablo Kuczynski no quiere hablar mucho de Alejandro Toledo, pero cree que este nunca pensó que, habiendo sido presidente, iba a quedar en cuarto lugar en las elecciones.
¿Le parece bien que la primera dama, Nadine Heredia, haya viajado a Brasil en el avión presidencial?
Yo no tengo los hechos. Ha ido una delegación de ministros…
Una ministra…
Bueno, de todas maneras es una visita oficial. Entiendo que era un grupo grande, y si el presidente les presta su avión, pues, pueden ir. El hecho de que esté la primera dama ahí realmente a mí no me causa tanto problema.
¿Este viaje no corrobora el excesivo protagonismo que tiene la señora Nadine?
Sin duda, la primera dama tiene protagonismo. El presidente es su marido, él es el que debe tener más protagonismo y ella menos, pero cada uno hace su casa como quiere. Obviamente, como la presidenta de Brasil es una dama y ha conocido antes a la señora Nadine, seguramente quería conversar con ella.
El caso Alexis Humala…
Yo no sé absolutamente nada de Alexis. Antes de hacer un comentario, hay que ver cuáles son los hechos. En el Perú, desde hace años hay aproximadamente un escándalo por semana; entonces, todo el mundo se abalanza sobre el escándalo, dura tres días; luego hay un descanso, respiran todos, y después sale otra cosa. Entonces, el llamado escándalo Alexis es parte de lo mismo. Primero hay que investigar antes de acusar.
Se dijo que Alexis Humala ya no era accionista de Krasny, pero él ha admitido que ese trámite no se registró formalmente. ¿Eso no es grave?
En realidad, la familia del presidente, no por razones legales, sino por razones de honestidad, moralidad, etc., no debe tener ninguna actividad con el Estado, pero eso no es un requisito legal. La mujer del César debe parecer muy honesta, nada más.
¿El problema que el presidente Humala tiene con su familia es diferente al que tuvo Alejandro Toledo?
El presidente tiene un padre que durante décadas ha sido una persona con opiniones muy tajantes, y sigue siendo así. Obviamente, no es tan bueno para el presidente que su papá esté en los medios, pero aquí hay democracia, cada uno puede decir lo que quiera, aunque puedan ser cosas no tan deseables desde el punto de vista de imagen nada más.
El problema es que recién estamos en el primer año…
De repente en el segundo año hablan menos. Lo importante es que el Gobierno haga un buen trabajo en los temas que todos conocemos, que son economía, infraestructura y seguridad.
¿Y está haciendo un buen trabajo?
Yo diría que en la parte económica estamos yendo muy bien. En la parte de infraestructura estamos bastante atrasados. En educación todavía hay un signo de interrogación, dependiendo de cómo salga este ligero cambio en la Ley de Carrera Magisterial. Es, más que todo, un cambio de apariencia que de realidad.
¿Qué es lo que le falta al presidente Humala para hacer un buen gobierno?
Yo diría que cada uno tiene su personalidad. La personalidad de él es no decir mucho, pero yo creo que hay que explicar un poquito más lo que se está haciendo. Eso es lo que más falta.
¿Qué cosas, por ejemplo?
Conga, por ejemplo. ¿Qué ha pasado? Conga va, Conga no va; pero, ¿cuál es el problema? ¿El ducto de gas al sur es un buen proyecto?, ¿es un mal proyecto? Se quiere poner solo un hilito para el etano en la costa, pero Puno, Cusco y Arequipa no están en la costa. Entonces, ¿cómo políticamente uno dice, oiga usted, ya no, ahora hacemos otra cosa? ¿En base a qué? ¿Dónde está el estudio? Políticamente, esa propuesta es fatal, y ambientalmente, también. ¿Poner más cosas en Pisco, al lado de la Reserva de Paracas, las focas, y todo cerca de Lima?
¿El Gobierno hace bien en salir a decir que Conga queda suspendido y que las autoridades de Cajamarca ya deben sentarse a dialogar?
Conga es un problema complicado. Ha habido resistencia a la minería en partes de Cajamarca desde hace tiempo… Pero este señor Santos, con quien yo no simpatizo con sus puntos de vista, fue elegido con un 30%; entonces, yo creo que el presidente Humala debe llamarlo, decirle, ven aquí, y nos sentamos.
Hay quienes creen que el presidente no debería hablar con él por la actitud que ha tenido en todo este tiempo…
Bueno, la actitud ha sido mala, pero también el inicio de esta conversación no ha sido bueno. Un presidente de la República tiene que ser práctico, yo quiero sacar este proyecto, bueno, qué hago.
¿El presidente debe ir a Cajamarca?
Yo no sé si debe ir a Cajamarca, él debe invitar al presidente de la región a venir a Lima. Hay gente supervaliosa con la que no se ha conversado, como Alberto Benavides… Yo creo que hay que buscar gente así, que conoce los temas. Monseñor Cabrejos y el padre Garatea son magníficas personas, pero, en realidad, no son parte ni del problema ni de la solución.
¿La suspensión del proyecto es un triunfo de Santos y de los antimineros de Cajamarca?
Creo que es una derrota para el Perú, es una derrota para una mejor comunicación en el Perú… La derrota es que una inversión que generaría miles y miles de puestos de trabajo está parada, y no se ve muy bien cuál es la salida.
¿Cómo desentrampar la situación si el único discurso de Santos es Conga no va?
Primero, no hay que hablar de Conga todos los días. Hay que dejarlo tranquilo y, mientras tanto, el presidente llama a este señor tranquilamente, lo invita formalmente y empieza a trabajar con el ministro de Energía y Minas al lado.
¿Cree usted que los conflictos sociales pueden ser un problema más grave para el Gobierno que la misma crisis internacional?
La crisis internacional tiene efectos en Perú que hasta ahora no se ven. La segunda mitad del año va a tener menos crecimiento, pero hasta ahora no se ven realmente efectos catastróficos. En otros países sí los hay. Los conflictos sociales son el principal problema de corto plazo que tiene el Perú. El principal problema que tiene el país en el mediano y largo plazo es la educación, y los conflictos sociales son el resultado de la falta de presencia del Estado en lugares pobres, en un país con alto crecimiento y, por consiguiente, con altas expectativas.
Usted ha dicho que Toledo rechazó su ayuda porque se consideraba él un hombre de izquierda. ¿Él es un hombre de izquierda?
No lo sé. Yo lo que he dicho son cosas objetivas. Uno, la sentencia de la Corte IDH donde el Gobierno les pagó, a través de una ley, a Baruch Ivcher y a otras personas. Como dijo Mónica Delta el otro día, él llamó a Baruch Ivcher para decirle “tu cheque está”, y no lo hizo solo una vez, lo hizo dos veces. Lo otro es lo del Lote 56. Hay varias leyes del Congreso que apoyan ese proyecto, y él sabía perfectamente que esto terminaba en el proyecto Melchorita, que es la principal inversión industrial que se ha hecho en el Perú. Entonces, olvidarse de eso, puede ocurrir, yo le he recordado eso, nada más. No voy a entrar en dimes y diretes de ningún tipo.
¿Cree que él es tan ingenuo como para afirmar algo que se puede desmentir?
De repente se olvidó. Pero ya aclaramos, y se acabó, no hablo más del tema.
Cuando usted decidió ser candidato, ¿pensó que eso iba a afectar tanto su amistad con Alejandro Toledo?
Yo le ofrecí mi apoyo y él me dijo que no lo quería. Él me pidió mi apoyo para la campaña de 2001, hemos tenido una muy buena relación, y ojalá regrese esa buena relación. Pero, obviamente, él nunca pensó que, habiendo sido presidente de la República, iba a terminar en una elección en el cuarto lugar, con 15%.
Y debajo de quien fuera su ministro…
Y debajo de quien fue su ministro. Ese era un escenario que nadie buscaba. Si él hubiera dicho “apóyame”, habría sido muy distinto.
TENGA EN CUENTA
- Pedro Pablo Kuczynski dice que el congresista Enrique Wong (APGC) no le comentó que iba a plantear el indulto para Alberto Fujimori.
- Añade que si el exmandatario, de 74 años, está muy enfermo, podría irse a su casa. “Mi posición no ha variado”, anotó.
FRASES
- “Eso de que yo pedí ser premier dos años es una mentira total”. “Ellos (monseñor Miguel Cabrejos y el padre Garatea) muy abnegadamente han hecho esta labor. Pero, en realidad, este es un tema del Gobierno y de la región”.
- “Lo que más impide que se haga la infraestructura es que no se tiene un buen plan de infraestructura región por región. El otro factor es el miedo a las denuncias”.
- “En educación aún hay un signo de interrogación, dependiendo de cómo salga este ligero cambio en la ley magisterial. Es, más que todo, un cambio de apariencia”.
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