No es precisamente una enfermedad. Se trata, más bien, de un grupo de factores que pueden desencadenar el desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares (ACV). Las personas con sobrepeso y obesidad representan el principal grupo de riesgo en cuanto al síndrome metabólico, al igual que aquellas que son sedentarias, hacen poca actividad física y tienen algún tipo de problema con la insulina. Se creía que era una enfermedad de personas mayores, pero, últimamente, los diagnósticos se están realizando en jóvenes mayores de 20 años. Esto es muy preocupante. Es por ello que resulta clave realizar chequeos médicos completos por lo menos una vez al año. De acuerdo con los resultados, un médico podría detectar de manera temprana que algo anda mal. Por ejemplo, una presión arterial elevada, glucosa alta, triglicéridos por las nubes, bajo colesterol HDL, entre otros indicadores, pueden derivar en un diagnóstico de síndrome metabólico. Para evitar llegar a tal punto, es ideal realizar actividad física constante, comer sanamente y, si está subido de peso, bajar progresivamente esos kilos de más. Adicionalmente, no estaría de más someterse a un chequeo médico completo para descartar, de plano, cualquier anomalía. No se descuide.
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