Es la pregunta de los 50 mil soles. Y lo es porque diversos estudios –entre los que contamos la legendaria investigación del doctor Kinsey– aseguran que la relación sexual promedio dura escasos minutos, básicamente por la rapidez con la que el hombre eyacula. Dos, tres, cuatro minutos… Más de 10 minutos es raro. ¿Qué hacer ante esta desalentadora realidad? En muchos casos, la solución radica en la intersección de la resignación (hay autores que señalan que la eyaculación precoz no se cura) y en el ingenio. Le tenemos tres propuestas. Uno: Prolongar los previos. Esto permitirá complacer primero a la mujer para que, luego, el hombre cierre con broche de oro. Dos: Probar el sexo tántrico. Un poco laborioso, cierto, pero vale la pena el intento. Tres: Usar la técnica de parar y apretar. Consiste en interrumpir la penetración antes del punto de no retorno (ese momento en el que la eyaculación es inminente), apretar con firmeza el pene y esperar un par de minutos hasta bajar las revoluciones.
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