Sexy Tips

El fenómeno Cincuenta Sombras de Grey, saga literaria de corte erótico, ha estimulado las industrias del placer adulto. De hecho, en las librerías es más frecuente encontrar títulos de autoras que van por el mismo camino. Por ejemplo, Sasha Grey, actriz pornográfica retirada, ha escrito La Sociedad Juliette, novela erótica que también se dirige a un sector ávido de lecturas de este tipo. El libro ya llegó a Lima.

Muchos hombres dejan de tener sexo después de los 60 años. Buena parte de ellos lo hace por motivos psicológicos más que fisiológicos. Lo cierto es que, si bien hay varones desertores, hay quienes viven con mayor pasión la vida sexual. En la tienda virtual Amazon, por ejemplo, hay decenas de libros que hablan sobre cómo disfrutar el sexo después de los 60 años de edad. ¿Es posible? Por supuesto.

Barry Komisaruk es psicólogo. Vive en Nueva York. Tiene 72 años de edad. Durante 30 años se ha dedicado a la investigación en materia sexual. Actualmente se encuentra estudiando lo que ocurre a nivel cerebral durante el clímax femenino. En un informe publicado en BBC Mundo, Komisaruk habló sobre la importancia del orgasmo en la salud de las mujeres. Por ejemplo, el especialista menciona que el efecto del orgasmo podría ser de mucha ayuda para personas con depresión o ansiedad, ya que activa el núcleo accumbens, también conocido como “la zona del placer”. Asimismo, afirma que las mujeres que experimentan más orgasmos cuentan con un mejor estado cardiológico. Además, señala que el placer producido por la estimulación vaginal resulta un aliado efectivo a la hora de luchar contra el dolor producido por la menstruación. Komisaruk ve este escenario desde un punto de vista terapéutico, ya que puede servir como calmante temporal a uno de los sufrimientos más terribles de las mujeres. Para tomar nota.

En esta página se suele celebrar la innovación en materia sexual, pero también es necesario poner énfasis en ciertos asuntos de seguridad. Es por ello que vale la pena prestar atención a la práctica de determinadas posturas. En tal sentido, lo primero que se viene a la mente es el legendario libro del Kamasutra. Documentos como este, al igual que herederos modernos como 365 movimientos: Posiciones para tener sexo de diferentes maneras cada día, motivan a las parejas a experimentar variadas piruetas que, muchas veces, pueden atentar contra su propia integridad física. Las lesiones más comunes por creerse un acróbata del lecho amoroso ocurren en la columna. Un golpe o un mal movimiento pueden causar una lesión vertebral. Esta puede ocasionar desde un simple dolor hasta alteraciones en la función de los órganos. Que esta advertencia no sea sinónimo de prohibición. Al contrario, que sea una invitación para ser sincero y saber si, en efecto, está capacitado para probar poses como ‘flor de loto’ o ‘velocirraptor hambriento’. Si es así, adelante.

A diferencia de las mujeres, el hombre necesita tomar un descanso después de llegar al orgasmo. Las mujeres pueden experimentar en cadena uno, dos, tres, en fin, cuantos orgasmos puedan soportar, mientras que el hombre debe superar el periodo refractario cada vez que eyacule y/o alcance el clímax. En este lapso, la ‘maquinaria’ sexual masculina se relaja, se recarga y vuelve a estar operativa.

Las alternativas a la hora de jugar en la intimidad no tienen límites. Desde poses peculiares hasta artefactos cada vez más sofisticados, las parejas prueban de todo para experimentar. En tal sentido, hay que mencionar algo interesante: la comida. En Internet, seguramente, encontrará artículos que hablan sobre el uso de alimentos como parte de los juegos previos. Digamos, convertir la espalda del ser amado en una tabla para poner sushi o bañar las zonas erógenas con fudge y crema chantilly y pensar que se trata de postres. En teoría, suena divertido. Sin embargo, llevarlo a la práctica no es precisamente glamoroso. No nos referimos solo al hecho de tener que lavar las sábanas después del encuentro, sino de aspectos vinculados a la salud. De hecho, hay que tener cuidado cuando la comida entre en contacto con el cuerpo, sobre todo cuando hablamos de genitales. En el caso de la mujer, especialmente, esto puede ocasionar algún tipo de complicación, desde irritaciones hasta infecciones urinarias. Es preferible no jugar con comida en estas áreas.

En el mercado es posible encontrar diversos productos para potenciar la experiencia sexual. Por ejemplo, están el extracto de guanarpo macho, las bombas para agrandar el pene, las cremas para retrasar la eyaculación, los atomizadores contra la disfunción eréctil… No todos cumplen lo que prometen, por cierto. En tal sentido, destaca un producto que despierta pasiones encontradas: las feromonas. Estas sustancias se ofrecen como soluciones infalibles para atraer al sexo opuesto: bastaría aplicarse un poco de perfume aquí y un poco más allá para que los demás caigan rendidos. Dicen. Si bien las feromonas naturales son de vital importancia en el comportamiento de insectos, plantas y animales, no existe un aval científico que corrobore que, en efecto, dichos productos puedan tener el mismo efecto en los seres humanos. Es solo ‘cebo de culebra’. Por lo pronto, hasta que realmente aparezca un producto que demuestre cumplir lo que ofrece, la medida más sensata es no dejarse engañar por la falsa publicidad. Confíe, más bien, en sus propios atributos.

La empresa Durex, más allá de dedicarse a la fabricación de condones de todos los colores, formas y sabores, también ha puesto mucho interés en los estudios vinculados a la sexualidad. El año pasado, por ejemplo, publicó el Informe Durex Sobre Bienestar Sexual. Este año, la firma ha lanzado una convocatoria inusual llamada Durex Experiment. Se trata de un concurso dirigido a parejas que deseen descubrir nuevas maneras de explorar y disfrutar su sexualidad. La idea es encontrar a un puñado de amantes que estén dispuestos a viajar a Venecia, Italia, para participar en diversas dinámicas sexuales guiadas por expertos en la materia. El lugar se llama Academia Durex Lovers. El proceso de selección ya está abierto para las parejas peruanas (solo una será elegida). Ahora bien, las parejas que no quieran presentar la solicitud para el viaje, igual pueden participar en el experimento mediante una aplicación que pronto estará disponible para su descarga. Los interesados pueden inscribirse en la siguiente página web: www.durexperiment.com.

El actor Michael Douglas ha hecho noticia por una declaración. Hace unos días, en una entrevista concedida al diario The Guardian, Douglas dijo que haber realizado sexo oral le provocó cáncer. Muchos lo han criticado por establecer esta tajante relación de causa y efecto. ¿Es correcto lo que dice el protagonista de Bajos instintos? Hay que precisar el asunto. Existe el Virus del Papiloma Humano (VPH), el cual se transmite mediante el contacto corporal, sobre todo genital. Este virus posee varios tipos, siendo algunos de ellos responsables del desarrollo de diversos tipos de cáncer. Entonces, una posible forma de adquirir el VPH es tener contacto sexual sin protección con una persona infectada. Ahora bien, el problema con Douglas radica en determinar si, en efecto, este virus le causó el cáncer, pues hay otros factores altamente influyentes en el desarrollo de cáncer de garganta, tales como tabaquismo y alcoholismo. Ahora bien, más allá de si Douglas tiene razón o no, esta noticia sirve para recordar lo importante que es la protección sexual.

Hay parejas que siempre están en búsqueda de nuevas expresiones sexuales. Dicha labor puede llevarlas a toparse con el sexo tántrico, un método erótico y milenario que aún resulta místico y desconocido para muchos. La idea primordial del sexo tántrico es bien simple: hay que saber aguantarse y no dejarse seducir por el orgasmo. Lo que importa es prolongar al máximo el tiempo de los juegos previos, las caricias y la penetración, a fin de retrasar la llegada del clímax. ¿Cuál es la gracia de esto? Si bien puede parecer una tortura sin sentido, lo cierto es que evitar el orgasmo es un camino placentero. El sexo tántrico permite que la pareja se enfoque más en el proceso que en el final, lo cual es altamente delicioso y beneficioso. En ese lapso, cuya duración puede llegar a contarse por horas, los amantes aprovechan los estímulos eróticos para, así, estrechar vínculos emocionales. Es una forma de acercarse de manera más paciente, íntima y profunda. Es una forma de jugar también, lo cual es una manera de fortalecer la dinámica de pareja. Haga la prueba.

Para disfrutar el sexo no se necesita saber todo el Kama Sutra. ¿Para qué aprender 200 poses si una pareja puede estar feliz con tres o cuatro bien hechas? Sin embargo, le sugerimos explorar una postura sencilla pero a la vez divertida: la “vaquera invertida” (en inglés es conocida como “reverse cowgirl”). Consiste en lo siguiente: el hombre se recuesta sobre su espalda y la mujer se coloca sobre él, dándole la espalda. De esta forma, se procede a la penetración, cuyo ritmo, por cierto, será manejado por la mujer. Es una pose agradable por varias razones. Por ejemplo, el hombre tiene una visión inmejorable de las nalgas de su pareja, lo cual resulta muy excitante (recuerde que para el varón el estímulo visual es primordial). Asimismo, esta postura permite el roce del pene con el punto G femenino, lo cual podría provocar un gran orgasmo si es que ambos descubren la manera apropiada de moverse. Por otra parte, esta posición facilita la estimulación manual del clítoris, la cual puede ser ejecutada por la propia mujer o con ayuda del hombre.

La rutina es el gran enemigo del erotismo. Hacer las mismas cosas en la cama, mecánicamente y sin imaginación, puede llevar al aburrimiento en ese lugar, sin duda alguna. ¿Qué hacer para evitar este escenario? ¿Cómo refrescar la vida sexual en pareja? De hecho, ¿es posible? Una idea: aprovechar el tiempo libre. En especial, las vacaciones. Estos días de desconexión total pueden ser ideales para recuperar la chispa erótica. Básicamente, el hecho de estar lejos de casa, en un lugar nuevo, en un espacio dedicado exclusivamente al disfrute, representa una motivación muy poderosa. Ya no hay trabajo temprano ni excusas como “estoy cansado” para postergar el sexo. Tiempo y ganas es lo que más sobra, ¿no es cierto? La clave aquí es innovar: probar cosas nuevas es lo que activa el circuito cerebral dedicado al goce erótico. Lo peor que podría pasar es que, a fin de cuentas, no le guste lo que probó. El proceso ayuda mucho a fortalecer los vínculos afectivos en la pareja, enriquece esos circuitos que se oxidan al cabo de un tiempo. Nada está perdido.

El sexo no es solo cuerpos en fricción. Implica también el uso de todos los recursos comunicativos del ser humano. Enfoquémonos en uno: el lenguaje. Este resulta clave por varios motivos. Primero, porque permite enviar mensajes claros y directos como “tócame ahí”, “hagamos esto” o “sí, no pares, sigue”. Es decir, indicaciones que son muy útiles para alcanzar el placer. Pero lo cierto es que el lenguaje también representa una herramienta sexual. Y una muy poderosa, por cierto. Es por ello que las parejas deben atreverse a hablar con erotismo para disfrutar al máximo cada encuentro íntimo. Deben perder el miedo a usar frases “calentonas”. Pruebe primero con cosas sutiles y, poco a poco, eleve la intensidad y el nivel de “malcriadez”. Es cierto que hay una delgada línea entre lo ‘hot’ y lo ofensivo, pero en la cama las reglas son flexibles y resulta divertido dejarse llevar. Es un juego, finalmente, y ambos deben estar conscientes de ello. Haga la prueba. Es una manera excelente de estimular la confianza y, además, de añadir algo de picante a la dinámica sexual.

La relevancia del tamaño del pene ha motivado largos tratados y discusiones de grueso calibre. Todos tienen una opinión al respecto, pero la que más importa siempre será la de ellas. A fin de cuentas, son las mujeres las jueces capaces de elaborar un veredicto apropiado. Unas dicen que sí importa, otras dicen que no. Unas argumentan que es más importante el grosor que el largo, otras que lo útil es saber usar la herramienta por más diminuta que sea. Sin embargo, científicos de la Universidad Nacional de Australia han metido su cuchara en este antiguo debate y cerrar de una vez el asunto. Para ellos está claro: el tamaño del pene importa y punto. Según los investigadores, las mujeres sienten una mayor atracción hacia los varones “mejor dotados” por cuestiones instintivas. De hecho, señalan que, hace miles de años, un pene grande era un factor determinante en el momento de la elección de una pareja por parte de las mujeres prehistóricas. Es decir, el varón que tenía un falo más grande era considerado mejor partido. ¿Usted qué opina al respecto?

Tener relaciones sexuales en la mañana, además de divertido y placentero, es beneficioso. En efecto, se trata de una actividad muy estimulante que pone en marcha diversos procesos en el organismo. Por ejemplo, según la sexóloga Debby Herbenick, la actividad sexual a tempranas horas del día promueve la liberación de oxitocina, la hormona que te hace sentir bien. ¿No es una buena forma de arrancar el día? Más pilas y buena onda para enfrentar la cotidianidad. Asimismo, se cree que puede tener influencia en el fortalecimiento del sistema inmunológico, lo cual haría que las personas se enfermen menos. En fin. Ahora pasemos a los contras. Definitivamente que la mejor cara de una persona no es la de recién levantado. Los cabellos desordenados, las legañas y hasta el mal aliento juegan en contra. Es por ello que unos cuantos minutos de aseo son necesarios. Consejo: si usted y su pareja comparten la misma cama, se acaban de despertar y quieren algo de acción, pues vayan primero al baño. Una lavada de manos, cara y dientes los dejará listos. Hagan la prueba.

Se habla mucho de las poses, de la disfunción eréctil, del sexo tántrico. Sin embargo, hay un aspecto que también debería ser discutido: la lubricación. Es simple: si no es apropiada, la penetración será difícil de llevar a cabo. Lo usual es que la lubricación ocurra de manera natural en las mujeres. Es un síntoma de que está excitada y lista para iniciar el coito. Ahora bien, como señala el portal Women’s Health, no todas las mujeres consiguen esto de la mejor manera. Según la Universidad de Indiana, una de cada tres mujeres sufre de resequedad vaginal. Las posibles causas van desde estrés, uso de píldoras anticonceptivas u otros fármacos, hasta la mala ejecución de los “previos”. Por ello, se sugiere contar siempre con un lubricante a la mano. De preferencia, que sea de base acuosa, para evitar la ruptura de los preservativos y posibles infecciones. Un dato novedoso: de acuerdo con la misma universidad, las mujeres que no tienen problemas de lubricación pueden incrementar su disfrute si usan lubricantes artificiales. Para tomar en cuenta.

En la vida sexual de pareja hay indicadores que no deben pasarse por alto. Lo usual es hacerse de la vista gorda, pero la propuesta es que haga totalmente lo contrario: preocúpese. Dos preguntas son vitales en este sentido. La primera va para los varones: ¿Considera que tiene una erección satisfactoria? Si al buscar una metáfora para definir su propia erección no encuentra algo mejor que la imagen de un ‘chup’ aguado, es hora de buscar a un urólogo y tomar cartas en el asunto. Hay soluciones para la mayoría de los casos, afortunadamente. La segunda pregunta va para las mujeres: ¿Suele llegar al orgasmo cada vez que tiene relaciones con su pareja? Esta cuestión es fundamental ya que muchas tensiones en el plano sexual se originan por el poco interés que el hombre pone en el orgasmo de su pareja. Definitivamente, no es nada saludable que el varón tenga orgasmos y que la mujer sea el medio para conseguirlos. Reivindicar el placer femenino es una tarea de dos: el hombre debe dejar el egoísmo y la mujer debe exigir su derecho a disfrutar.

El destino último de la lencería erótica es paradójico: no estar en el cuerpo de la mujer. Es decir, la meta de una trusa sexy y un sostén coqueto es terminar en el piso, abandonado como cualquier trapo, mientras los amantes, desnudos, hacen lo suyo. Si estas prendas hablaran, dirían algo como “no quiero estar aquí”. Sin embargo, lo que enriquece finalmente el encuentro sexual es lograr que la lencería permanezca el mayor tiempo posible en el cuerpo de la mujer. Lograrlo es un trabajo de dos. Un trabajo duro, por cierto, pero que puede incrementar poderosamente el deseo sexual. ¿Cómo llevar a cabo este reto? Pues con ingenio y paciencia. Por ejemplo, para extender el tiempo de seducción antes de proceder a labores más calientes, la puesta en práctica de un baile subido de tono o un strip tease juguetón pueden ser muy útiles. La idea es que los previos se realicen con la lencería puesta, de modo que el momento cumbre llegue cuando ella se desnude. Intentar estas dinámicas no es para todos los días, claro, pero de vez en cuando puede ser muy divertido.

Científicos de la Universidad Stony Brook (Estados Unidos) descubrieron hace un tiempo que probar nuevas cosas era altamente estimulante. De hecho, este tipo de experiencia novedosa produce, a nivel neuroquímico, un efecto similar al que se siente cuando uno se enamora. El cerebro libera esas mismas hormonas que producen sensaciones de euforia y placer en el individuo. Es por ello que muchas parejas deben prestar atención a la calidad de su relación: no agregar esos condimentos de innovación hace que la pareja se aburra. De hecho, esto resulta muy evidente en la intimidad: si cada encuentro amoroso es más un trámite, tarde o temprano empezarán los reproches. ¿Solución? Atreverse. No significa que con tal de ser creativo deban atentar contra su propia seguridad, sino incorporar de a pocos elementos que aún no han probado. Cada uno haga una lista de cosas que quisieran probar y discútalas en pareja. Empiecen poniendo en práctica una de ellas, luego otra, y así sucesivamente. La idea es mantener vivo el mutuo interés y, por supuesto, sentir placer.

Caballeros, ¿cómo llevar a cabo unos previos exitosos y placenteros?

Muchas mujeres quieren saber qué piensan sus parejas en cuestiones sexuales. ¿Qué desean? ¿Qué les gusta? ¿Qué les aloca?

¿Nunca ha salido de su habitación para tener sexo? Pues no sabe lo que se pierde. La idea no es que busque lugares exóticos o arriesgados como el baño de un avión, un ascensor o la Torre Eiffel, sino explorar su propio hogar, como bien sugiere el portal Women’s Health. Por ejemplo, puede probar hacerlo en la sala. De hecho, con un poco de creatividad, puede acomodar los cojines y ensayar posturas nuevas. Otro lugar: el baño. La ducha, para ser más precisos. Lo ideal sería potenciar esta práctica agregando algún juguete erótico o usar la fuerza del agua como estímulo. Otra sugerencia: la escalera. Usarla tiene ventajas. Por ejemplo, facilita realizar la postura del ‘perrito’ de pie. De hecho, si la pareja encuentra maneras de acomodarse, la escalera ayuda a la estimulación de zonas estratégicas como el clítoris o el punto G. Finalmente, Women’s Health recomienda la cocina. La mesa de servicio o algún tablero por ahí pueden servir de soporte para hacer las travesuras. Juegue también con elementos que encuentre: frutas, cremas, en fin. Diviértase.

En la intimidad hay que portarse bien. De hecho, según la revista mexicana Chilango, se debería seguir una suerte de Manual de Carreño para la cama, a fin de no hacer pasar momentos incómodos a la pareja. Las reglas son simples. Uno: no pensar en el historial del otro. Averiguar cuántas personas hubo antes que uno puede ser motivo de conflictos. Dos: no se pongan apodos cursis. Para muchos, esto es mata pasiones. Tres: preguntar siempre antes de intentar alguna pirueta nueva. Cuatro: comunicarse sin tapujos. Cinco: evitar causar dolor a la pareja. Seis: evitar llegar al orgasmo demasiado pronto (esta va para los varones). Siete: por seguridad, es preferible no grabarse en pleno acto. Uno nunca sabe qué puede pasar con ese material. Ocho: antes de intentar la penetración anal, pregunte. Es una práctica que requiere preparación. Nueve: no dejen de lado los abrazos y los cariñitos posteriores al coito. Son importantes. Diez: después de terminada la sesión, limpie y ordene la habitación. Como ven, son normas sencillas.

Miles de mujeres han leído la saga Cincuenta sombras de Grey, obra de la británica E.L. James. De esa gran cofradía global, hay quienes intentan replicar lo aprendido en el papel, cosa que requiere una buena dosis de atrevimiento y, sobre todo, mucha preparación. De otro modo, pueden ocurrir accidentes. En Suecia, por ejemplo, una mujer falleció en plena faena sadomasoquista, pues a su novio se le fue la mano a la hora de copiar las técnicas del best seller. Lo cierto es que para coquetear con el sadomasoquismo es necesario prestar atención a tres aspectos. Primero: asesórese. Busque libros sobre el tema, visite foros, consulte a expertos. Eso le ayudará a tener más claro el panorama. Quizás se dé cuenta de que no es lo suyo. Segundo: vaya de a pocos. En las páginas de la trilogía encontrará escenas de alto calibre, pero no conviene aventarse a la piscina así nomás. Tercero: definan protocolos de seguridad. Es decir, que respeten cuando alguno diga “basta” y no desee continuar con el juego. No hay por qué hacerse daño.

Aunque muchos digan lo contrario, Twitter puede ser una herramienta muy útil para aprender. En este caso, para saber más sobre sexo. La primera sugerencia: Good In Bed (goodinbed). Esta cuenta suele publicar noticias, links a reportajes y datos útiles sobre sexualidad. Otra cuenta recomendable es My Sex Professor (mysexprofessor), la cual es administrada por Debby Herbenick, investigadora y autora de varios libros sobre sexualidad. De hecho, también pueden seguirla a ella (debbyherbenick). Alessia Di Bari (sexologadibari), por su parte, es una terapeuta sexual que brinda consejos sexuales de manera muy simple y clara. Más de 26 mil personas la siguen, así que asumimos que su labor en la ‘tuitósfera’ está bien valorada. Finalmente, recomendamos la cuenta de Alessandra Rampolla (@alessarampolla). Lo cierto es que, vía Twitter, no es tan sexóloga como en su página oficial (www.universoalessandra.com), así que es mejor visitar esta última para obtener información más útil y detallada.

Es la pregunta del millón. Caminos hay varios, pero escojamos los consejos que nos ofrece la revista Women’s Health. El primer tip: estimular tres zonas clave durante la relación sexual: el clítoris, la vagina y el ano. Esto se puede lograr con ayuda de las manos o algún juguete sexual. El segundo tip: adoptar una postura idónea para el cunnilingus. Se sugiere que la mujer se siente sobre una almohada y al filo de la cama. Luego, ella debe recostarse, apoyar la cabeza en una almohada y colocar los pies en los hombros del compañero. De esta forma, él podrá estimular los genitales de su pareja con más comodidad. El tercer tip: estimular el punto U. ¿Dónde queda esto? Pues alrededor de la uretra. Según Women’s Health, es un punto altamente erótico y conviene estimularlo de manera solitaria. Es decir, una labor de autoexploración sin el ser amado cuya ventaja radica en que, así, ella descubrirá por sí misma la manera apropiada para obtener placer de esta área específica.

El sexo no es solo contacto genital. Para gozarlo a plenitud, hay que emplear todas las herramientas que disponemos, tanto a nivel mental como físico. ¿Cómo? Es cuestión de prestar atención a los detalles. Por ejemplo, piense en sus cinco sentidos. ¿Qué es lo que más usa durante el sexo? El primer lugar: el tacto. En segundo lugar: la vista. Ahora bien, ¿qué tal si un día juega con su pareja a utilizar más los otros sentidos? A la hora de los previos, digamos, podrían olvidarse ambos de la vista y el tacto. Por ejemplo, para excitar mediante el oído, puede vendar los ojos de su amado o amada y susurrarle palabras que vayan desde lo tierno hasta lo picante. Para estimular mediante el olfato, haga que su pareja huela con atención su boca, su cuello y otras partes sensibles, las cuales deben haber sido perfumadas con algún producto especial. Y para estimular por medio del gusto, aplique algún producto sobre su cuerpo (puede ser chocolate, crema chantilly, en fin) y pídale a su pareja que use la boca y saboree con paciencia. En fin, sean creativos.

El popular Andrés –léase “la regla”– llega una vez al mes, pero no cabe duda que es todo un tema para muchas parejas. Seamos honestos: dejar de tener sexo por unos días puede ser un verdadero drama, sobre todo para aquellos que son sexualmente muy activos. ¿Qué hacer? El sentido común hace que uno opte por lo primero. De hecho, hay hombres y mujeres que, sencillamente, no están cómodos con la idea de ponerse calentones en estos días sensibles, por lo que abstenerse no será ningún problema. Pero para aquellos que quieren lanzarse a la piscina de todas maneras, es necesario recordarles, por ejemplo, que desde el punto de vista estético y práctico es poco agradable tener que lidiar con los fluidos que se liberan durante la regla. Muy mata pasiones. Ahora bien, si eso no es inconveniente para usted, solo le sugerimos lo siguiente: use protección. Es común creerse el mito de que “no pasa nada”, pero, ojo, se corre el riesgo de adquirir alguna infección genital o urinaria. Tenga cuidado.

¿Es verdad que la actividad física frecuente ayuda a mejorar el desempeño sexual? Así es. Para apoyar esta postura, repasemos algunos consejos que nos ofrece el portal Women’s Health. Primero: según una investigación de la Universidad de British Columbia (Estados Unidos), 20 minutos de actividad física al día permiten que las mujeres disfruten más las relaciones sexuales. Esta recomendación va para los hombres también: resulta que los varones obesos presentan una menor cantidad de testosterona, la hormona responsable del deseo sexual. La buena noticia es que, al bajar de peso, el nivel de testosterona se incrementa, así que, caballeros, ahí tienen una gran motivación para ponerse en forma. Por otra parte, las personas que practican yoga de manera frecuente han reportado una evidente mejora en su desempeño sexual. Es decir, mayor deseo y hasta orgasmos más intensos, según un informe publicado en The Journal of Sexual Medicine. Encuentre más tips en www.womenshealthmag.com.

Es la pregunta de los 50 mil soles. Y lo es porque diversos estudios –entre los que contamos la legendaria investigación del doctor Kinsey– aseguran que la relación sexual promedio dura escasos minutos, básicamente por la rapidez con la que el hombre eyacula. Dos, tres, cuatro minutos… Más de 10 minutos es raro. ¿Qué hacer ante esta desalentadora realidad? En muchos casos, la solución radica en la intersección de la resignación (hay autores que señalan que la eyaculación precoz no se cura) y en el ingenio. Le tenemos tres propuestas. Uno: Prolongar los previos. Esto permitirá complacer primero a la mujer para que, luego, el hombre cierre con broche de oro. Dos: Probar el sexo tántrico. Un poco laborioso, cierto, pero vale la pena el intento. Tres: Usar la técnica de parar y apretar. Consiste en interrumpir la penetración antes del punto de no retorno (ese momento en el que la eyaculación es inminente), apretar con firmeza el pene y esperar un par de minutos hasta bajar las revoluciones.

Uno: desconéctese de los ‘gadgets’. Si bien la tecnología permite estar enchufado al mundo y sentirse un ciudadano global, a la hora del sexo con el ser amado resulta apropiado apagar todo. Nada más molesto que una llamada en pleno acto amoroso. Apague el celular, la computadora, el televisor. Dos: escoja bien la música. Mientras alguien puede excitarse con la música de Miguel Bosé, a otra persona le puede parecer matapasiones. Les pasa a muchas parejas. Por ello, antes de poner canciones ‘sensualonas’ para crear un ambiente erótico, investigue un poco los gustos musicales de su pareja. Tres: cuidado con la comida. Es común que las cenas románticas sean el preámbulo habitual para el acto sexual. Una salida nocturna a un restaurante no siempre es un paso previo ideal para tener sexo en las mejores condiciones. Vivimos un boom gastronómico en el país, cierto, pero es mejor comer ligero para evitar problemas gástricos que, sin duda alguna, mermarán el rendimiento sobre la cama. Están advertidos.

¿Por qué la masturbación puede ser una práctica provechosa, sobre todo para las mujeres? La sexóloga Logan Levkoff, en un artículo publicado en The Huffington Post, nos brinda cinco razones. Uno: ayuda a tener mejor sexo en pareja. “Nadie sabrá qué te excita a menos que se lo digas. Y si no sabes cómo excitarte por ti misma, será muy difícil que alguien lo haga”, indica la especialista. Dos: fortalece la sexualidad. “Descubrir que tu cuerpo es capaz de producir placer por sí mismo (sin importar el estatus de tu relación) es muy poderoso”, dice Levkoff. Tres: es saludable. Según la autora, hay estudios que demuestran que las mujeres que se preocupan por su placer también lo hacen por salud sexual. Cuatro: mejora la calidad de sueño. ¿Sabía que el orgasmo puede ser un gran relajante natural, capaz de vencer el estrés? Cinco: ¿por qué no? “Estás cansada, aburrida, estresada, tienes calambres menstruales, no estás de ánimo (…) La masturbación puede aliviar todas esas cosas”, apunta la experta. Para tomar en cuenta.

Poco a poco, los juguetes sexuales están dejando atrás la etiqueta de “instrumentos para el placer solitario” para convertirse en instrumentos útiles que enriquecen la vida sexual en pareja. Ojo, usar estos dispositivos en la cama no es sinónimo de tendencia o de evolución en materia sexual. De hecho, dependerá de cada uno si recurre a estas herramientas eróticas. Ahora bien, si usted está interesado en probarlas, es necesario tener en cuenta varias cosas primero. Según el portal Men’s Fitness, se requiere un poco de investigación antes de comprar: visitar páginas de productos, leer reseñas en la web, consultar a expertos, etc. También se recomienda desterrar el mito que dice que el juguete lo reemplazará (es el gran temor sexual de muchos varones). Al contrario, más que un competidor, un juguete es un aliado. Finalmente, si le da vergüenza acudir personalmente a una tienda para adquirir un producto de este tipo, está la opción de comprar vía Internet. ¿Se anima a intentarlo?

Uno de los tópicos habituales en materia de sexualidad es la exploración de poses. Reinterpretar y enriquecer el milenario Kamasutra es una actividad que no tiene pierde. Libros como 101 posiciones sexuales: Nuevas y tórridas poses desde lo suave hasta lo salvaje, de Samantha Taylor, o Kamasutra peruano, de Pablo Castro, ofrecen alternativas que buscan sacarle el jugo a la acrobacia íntima. Sin embargo, ¿es necesario ensayar tantas poses? Es decir, ¿la versatilidad en cuanto a la colocación de los cuerpos durante la penetración garantiza un mayor goce? Quizás sea un mito eso de ponerse así o ‘asá’ para mejorar la dinámica sexual. Ayuda, sí, pero lo cierto es que hay parejas que con dos o tres posturas son felices sexualmente, mientras que otras requieren practicar nuevas poses en cada sesión amatoria. Cuestión de gustos. La idea es que, más allá de desafiantes y divertidas posturas como ‘vaquerita invertida’ o ‘el asiento de la combi’, siempre se busque el placer del ser amado.

El primer consejo: visite a un ‘coach’ sexual. Si usted cree que su vida íntima no está caminando como desea, tal vez un poco de ayuda profesional podría resultarle muy útil. En tal sentido, hay especialistas que ofrecen asesorías y talleres orientados a potenciar la dinámica sexual en pareja. Converse con su pareja y propóngale esta experiencia. El segundo consejo: no deje que la distancia sea un problema. Hay parejas que tienen que separarse por días, semanas, meses. ¿Cómo mantener viva la pasión? El teléfono siempre es una opción, pero con la tecnología de hoy se pueden ensayar actividades más divertidas. Las videollamadas por Skype, por ejemplo, son un medio ideal para acercar a las parejas distanciadas. Use su imaginación. El último consejo: escuche a su cuerpo. Si siente que físicamente no está a la altura de una sesión amorosa convincente, habría que empezar a ponerse en forma. Hacer ejercicio, alimentarse sanamente y hasta pasar por un chequeo médico no le vendrían nada mal.

La primera: tener relaciones en un lugar poco habitual. Si usted es alguien que solo ve la cama como único escenario para el amor, tal vez sea momento de variar un poco. Adelante, sin miedo. ¿Qué tal en el piso? ¿O sobre la mesa de noche? ¿O mejor en la cocina? Hacerlo en el auto, el ascensor o en un avión tiene sus riesgos, así que mejor empiece de a pocos. La segunda: juegos de rol. No hay que disfrazarse de ‘hobbit’ o Mujer Maravilla para estimular la imaginación y el apetito sexual. Juegue con la mente y ensaye papeles desafiantes, picantes. Por ejemplo, pueden jugar a ser los protagonistas de Cincuenta sombras de Grey, o tal vez interpretar alguna escena del clásico Decamerón. Lo tercero: hable. Su pareja no tiene los poderes de Hayimi o Josie Diez Canseco para saber qué es lo que usted quiere en la cama, así que comunique sus fantasías y miedos. La idea es que usted goce plenamente, y su pareja, también, ¿verdad? Algo de ayuda para trazar un mapa del placer no viene nada mal. De hecho, es urgente.

Cada cierto tiempo ocurren fenómenos literarios, léase Harry Potter, Crepúsculo, Juego de tronos, Juegos del hambre, en fin. Hoy, el éxito de Cincuentas sombras de Grey ha estimulado la producción de obras dirigidas a mujeres adultas. En tal sentido, una escritora que le pisa los talones a E.L. James es Sylvia Day, autora de Crossfire, trilogía cargada de amor y sexo. De hecho, la última entrega de la saga, Reflected in you, ocupa el número uno en la lista de más vendidos según The New York Times, superando así a Cincuenta sombras… y a The Casual Vacancy, la novela para adultos de J.K. Rowling. Otro título recomendado: ¿Dormimos juntos?, de Andrea Hoyos, historia que también explota la exploración sexual, aunque de manera más directa. Lo cierto es que este tipo de libros, además de brindar horas de placer literario, pueden servir como material para encender la dinámica sexual en pareja. Es decir, tomar nota de algunas ideas del papel y materializarlas con el ser amado no estaría mal, ¿verdad?

Ir al grano no siempre es el camino más placentero. A veces hay que tomar rutas extensas y laboriosas para que, al final, el goce sexual sea mayor. En tal sentido, una actividad recomendable consiste en los masajes. Lo primero que debe hacer es comprar aceite para masajes. Hay de diversos aromas y colores, así que la elección dependerá de cada uno. Asimismo, la sesión debe desarrollarse en un espacio cómodo. Si usted es quien hará los masajes, pídale a su pareja que se recueste desnuda boca abajo sobre la cama. Sobre la técnica para usar las manos, el portal Men’s Health recomienda cuatro movimientos: circular (debe trazar círculos de diversos tamaños en la espalda), en forma de corazón (masajee desde la zona lumbar hasta los omóplatos, con las palmas de ambas manos), con cosquilleo (con ambos pulgares, aplique presión desde la zona lumbar hasta la nuca) y final (pose las manos sobre la espalda de su pareja durante 10 segundos). Hágalo con paciencia y seducción. Su pareja quedará feliz.

Los Juegos Olímpicos terminaron hace buen rato. Pero, si aún quiere ser un acróbata en la cama mediante la práctica de poses desafiantes, allá usted. Lo que sí vale la pena intentar son posturas útiles.

Hace unas semanas se celebró el primer Día del Condón Femenino (el 12 de setiembre, para ser exactos). La consigna de esta fecha es simple y directa: fomentar el uso de este tipo de profiláctico. Lo cierto es que hasta la invención de este producto era aceptado y justificado que la responsabilidad de protección sexual recayera sobre el hombre. “¿Trajiste condones?” era la clásica pregunta de las mujeres a la hora de la hora. Sin embargo, hoy, la responsabilidad es compartida. Es decir, si el caballero no compró preservativos o no se los quiere poner, la dama ya no debería preocuparse (ni echar la culpa a su pareja) pues cuenta con su propio método de barrera. El condón femenino está hecho de nitrilo, compuesto parecido al látex, y funciona de manera análoga al condón masculino pues sirve para evitar el embarazo y el contagio de infecciones de transmisión sexual. Según Apropo, este producto no se vende en el mercado peruano. Solo se consigue mediante el Ministerio de Salud. Para tenerlo muy en cuenta.

El sexo no es precisamente un deporte, tampoco una competencia, pero sí una actividad que demanda un óptimo estado físico. En tal sentido, la práctica de ejercicio frecuente tiene un impacto positivo en el rendimiento sobre la cama. Un primer consejo: trabajar los músculos del abdomen y la pelvis. En tal sentido, una rutina sencilla, válida para hombres y mujeres, consiste en la siguiente. Échese boca arriba y doble las piernas, de modo que queden los pies queden pegados al piso.

Es una pregunta que se hacen muchos hombres. A pesar de que muchos alardean de sus grandes habilidades amatorias, lo cierto es que la mayoría eyacula en pocos minutos. La sexóloga estadounidense Debbie Herbenick –según un artículo publicado en el portal Men’s Health– considera que existen tres maneras para que el hombre retrase la llegada de la eyaculación. La primera es el método conocido como ‘parar y empezar’. Consiste en lo siguiente: cuando el varón sienta que la eyaculación está próxima, debe detenerse y esperar hasta que bajen las revoluciones ahí abajo. Luego podrá continuar. Otra técnica consiste en apretar con firmeza debajo de la cabeza del pene cuando sienta que se acerca el orgasmo, antes del momento conocido como ‘punto de no retorno’. Proseguir cuando todo se enfríe. Estos dos métodos, por cierto, requieren que el caballero sepa controlar su deseo de terminar (algo difícil, pero posible). Finalmente, Herbenick aconseja el uso de condones con retardante. Para tomar nota.

Un inesperado ‘rapidín’ después de un largo día de trabajo puede resultar una experiencia inolvidable para la pareja, tanto como un planificado escape a un hotel para tener un fin de semana ‘calentón’. Lo primero surge en el momento, a lo bestia; lo segundo se ha preparado con anticipación y esmero. Si bien la vida sexual depende de la pasión, la creatividad y la sorpresa, la planificación también es una aliada importante. De hecho, se hace necesaria, sobre todo, cuando la pareja tiene obligaciones que influyen, inevitablemente, en la frecuencia y la calidad de las relaciones sexuales. Factores como el trabajo, los hijos, las labores domésticas, en fin, suelen afectar la vida íntima. Para evitar que la pasión se extinga, hay que tomar una agenda, ver el calendario y ordenarse. Así podrá saber qué días pueden darse una escapada erótica sin que nadie los interrumpa, en vez de dejar que las cosas ‘pasen cuando tengan que pasar’. En realidad, si no se ponen las pilas lo más probable es que ‘no pase nada’.

1. CONÓZCASE Tome lápiz y papel. Separe tres áreas. En una de ellas escriba todo lo que le gusta en el sexo. Es decir, algo que ya ha probado y sabe que le encanta. En otra zona anote lo que no le gusta. En la última área escriba aquello que desearía intentar alguna vez: alguna pose que vio en una película, el consejo de un experto, etcétera. Sugiérale esta misma actividad a su pareja y, luego, intercambien sus escritos.

Internet es una fuente inagotable de información. Sin embargo, la calidad del material disponible en el ciberespacio no siempre es la apropiada. Esto resulta evidente, por ejemplo, si uno está buscando información de índole sexual. En este tema, sobre todo, hace falta orientación confiable para poder diferenciar qué sirve y qué no, a fin de no ‘meter la pata’ por hacer caso a bitácoras y foros de dudosa reputación. En tal sentido, una reciente propuesta podría servir de ejemplo. En España, el Consejo de la Juventud de Asturias pondrá a disposición un servició de asesoría sexual gratuita vía Whatsapp, software de comunicación para teléfonos móviles que opera mediante Internet. Un grupo de sexólogas voluntarias aclararán las dudas del público jóvenes, especialmente este 28 de agosto, durante un lapso de cinco horas. La iniciativa resulta saludable e inteligente, pues pone al alcance de la mano, literalmente, un servicio profesional para aquellos que buscan respuestas inmediatas.

El anillo vibrador es un juguete sexual muy sencillo y accesible. Este pequeño dispositivo tiene la capacidad de vibrar a velocidades propicias para el placer de la pareja. El aparato se coloca alrededor de la base del pene del hombre y permite, durante el contacto sexual, la estimulación tanto de este órgano como del clítoris femenino. Las versiones más económicas, fabricadas usualmente por marcas de preservativos, ofrecen una versión desechable cuya batería dura unos 15 o 20 minutos de uso ininterrumpido. También hay otras opciones, por lo general disponibles en sex shops, en las que el diminuto vibrador puede desprenderse del aro de silicona y actuar de manera independiente. No es la gran maravilla tecnológica del sexo, hay que ser honestos, pero sirve para hacer más divertidas las sesiones amatorias. El truco para sacarle provecho consiste en descubrir qué poses son las más apropiadas para lograr el goce mutuo. Al fin y al cabo, es solo una herramienta, no una solución mágica.

MANOS No todo es penetración, oiga usted. En tal sentido, las manos son herramientas fundamentales para brindarle placer a la pareja. Una suave fricción puede calentarla a niveles que desafían la termodinámica, pero, cuidado, la torpeza puede dejarla más fría que un iceberg.

Resulta que mayo es el mes de la masturbación. Esta discreta celebración apareció en 1995, en Estados Unidos, y hoy es una festividad de alcance global. ¿No es una buena oportunidad para reflexionar sobre esta solitaria práctica? A estas alturas sabemos que no causa acné ni provoca ceguera, a menos que se masturbe mirando directamente al sol. Lo cierto es que estamos lejos de aquel texto ‘Onania y el pecado atroz de la autopolución’ (1712) y más cerca de entender, sin miedos ni prejuicios, que brindarse placer uno mismo es una experiencia provechosa. En primer lugar, es un método para lograr el orgasmo de manera sencilla y a corto plazo, lo cual sirve para vencer al estrés y la ansiedad. Asimismo, desde la perspectiva de pareja, la masturbación es una gran fuente de conocimiento: saber lo que le gusta, dónde le gusta y cómo le gusta –cosas que uno descubre, muchas veces, durante la autoexploración– son tips fundamentales que deberían ser compartidos con la pareja. Sirven de mucho.

- La lubricación es clave. Según una investigación de la Universidad de Indiana, el uso de productos lubricantes, además de facilitar la penetración y evitar posibles lesiones, ayuda a tener relaciones sexuales más placenteras.

Las nalgas se han convertido en objetos de admiración y estudio, a tal punto que las editoriales han apostado por publicar material que exprese dicho interés estético y académico. Por ejemplo, en el artículo central mencionamos a The Big Butt Book (2010), editado por Taschen. Esta obra reúne, en sus 372 páginas, decenas de fotografías de mujeres de todas las tallas, razas y épocas que muestran, orgullosas, sus atributos traseros. Culo by Mazzuco (2011), del fotógrafo canadiense Raphael Mazzuco, es un voluminoso libro cuyo eslogan promocional fue “el mundo ya no es plano”. En sus páginas encontraremos imágenes de Pamela Anderson, Irina Shayk (la novia de Cristiano Ronaldo), Alessandra Ambrosio y otras celebridades. Y si buscan referencias de corte antropológico, La mujer desnuda (2004), de Desmond Morris, dedica un capítulo completo a las posaderas. En sus informativas y entusiastas páginas descubriremos las bases biológicas que han convertido el derrier en un aspecto fundamental en la sexualidad humana.