No se pelea más a puño limpio, como en tiempos del estadounidense John L. Sullivan, el último peso pesado que ganó un combate con los nudillos al viento, allá por 1889. A partir de ese momento, el boxeo introdujo el uso de guantes y se convirtió en un fenómeno mundial. En la primera época dorada de este deporte, la radio fue el vehículo que llevó a los gladiadores del ring hasta la sala de la casa. Allí reinaron los Sugar Ray Robinson, el enorme Joe Louis y el imbatible Rocky Marciano.
Más tarde llegaron Muhammad Alí, Joe Frazier, George Foreman y otros campeones de leyenda para protagonizar batallas épicas que el mundo no olvidará. La primera pelea entre Alí y Frazier, promocionada en 1971 como la ‘pelea del siglo’, sigue siendo considerada la mejor de la historia. Quince asaltos del más puro ‘dame que te doy’ que acabaron con el triunfo de ‘Smokin Joe’.
De la mano de la televisión, el boxeo se aupó a la categoría de industria multimillonaria y pronto asistimos a los años maravillosos, un desfile interminable de fieras del nocaut. Eran tiempos en que los más bravos se fajaban en la plenitud de sus carreras y los empresarios no eran tan proclives al amague. Por eso, mientras Manny Pacquiao y Floyd Mayweather se toparán este sábado al borde de los 40 almanaques, Durán y Leonard lo hicieron en el pináculo de sus carreras, en 1980. Aquella otra ‘pelea del siglo’, un maravilloso contrapunto de estilos entre dos boxeadores irrepetibles, permanece anclada en mi memoria como si fuera ayer.
No recordamos cuándo fue la última megapelea, pero vaya que la estábamos esperando. Hace rato que vemos un boxeo descafeinado y con edulcorante donde el espectáculo suele ser una promesa incumplida. El efectismo de la WWE y el derroche de golpes que ofrece la UFC le han quitado arrastre entre el público joven ávido de emociones. Millonarios y multicampeones, Pacquiao y Mayweather tienen ante sí la oportunidad de ganarse un lugar entre los más grandes y, de paso, impulsar otra vez al deporte que los sacó de la pobreza. El filipino hubiera tenido más chance hace seis años, cuando era una máquina de pegar y noquear. No gana por la vía rápida desde el 2009 y ya pasaron nueve combates. Este es un dato no menor ante Mayweather, un púgil evasivo que se muestra orgulloso de no haber sufrido castigo en 19 años de carrera.
En el 2002, Durán y Leonard fueron incluidos por la prestigiosa revista The Ring entre los diez mejores púgiles de los últimos 80 años. Entonces, ‘Pacman’ y ‘Pretty Boy’ recién empezaban a dominar el planeta box. Ha llegado la hora de demostrar quién de los dos merece estar arriba en la próxima lista, aunque dudo que les alcance para entrar al top ten.
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