22.NOV Viernes, 2024
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Opinión

Los recuerdos se vuelven amarillos y el estribillo de la tribuna, aquel de “la Copa Libertadores es mi obsesión”, parece una broma de mal gusto para un fútbol peruano que, año a año, se viste alegremente para acudir al matadero. El torneo de clubes más antiguo del continente vuelve la próxima semana con una cartelera que incluye a César Vallejo enfrentando al Sao Paulo en la llamada primera fase. Se trata de un escalón previo a la ronda de grupos donde no nos ha ido nada bien. En ese despeñadero, los nuestros suman cinco eliminaciones consecutivas y esta no debería ser la excepción, salvo que los ‘Poetas’ se rebelen y hagan saber que pertenecen –al menos ellos sí– a una ‘raza distinta’. Melgar y Cristal entrarán en acción más tarde en dos llaves muy duras. Será difícil hallar la cerradura que abra la puerta de los octavos de final. Los rojinegros tendrán como rivales a Atlético Mineiro, Colo Colo y al ganador de la eliminatoria entre Independiente del Valle y Guaraní. Los celestes se las verán con Atlético Nacional, Peñarol y el vencedor del duelo Huracán-Caracas. No les sobra nada a nuestros clubes para pensar que este año sí seremos protagonistas. La historia, por encima de los cantos, define nuestro verdadero lugar en la escena internacional: al igual que Bolivia y Venezuela, Perú nunca ha levantado el trofeo. Dos subcampeonatos en 56 ediciones y pocos instantes de esplendor no alcanzan para marcar con fuego la presencia blanquirroja en el gran libro del torneo. Sí, Universitario se quedó a un paso de la gloria en 1972 y Cristal mereció campeonar en 1997, con aquel equipo que eliminó a Vélez y a Racing. La afición enloqueció en 1967 cuando la ‘U’, en solo 48 horas y con Chumpitaz y Chale como figuras, venció a River y a Racing en Argentina. También en 1993, el día en que Cristal remontó un 0-3 y goleó 4-0 a El Nacional de Quito para avanzar a cuartos de final. O la noche mágica e irreal del 2010, cuando el ‘Zorrito’ Aguirre desplomó al Estudiantes de La Plata con un triplete en Matute. Momentos, pasajes de alegría que se cuentan con los dedos de una mano en un certamen que, a partir del 2000, se hizo más exigente para los peruanos. Entre 1989 y 1999 era habitual ver un equipo peruano en octavos porque clasificaban tres de cuatro y los grupos estaban integrados por equipos de solo dos países. Bajo el nuevo formato, solo seis clubes nacionales de 39 que participaron en la fase de grupos pudieron avanzar a octavos. Un dato no menor: con 29.9 % de puntos ganados en el periodo 2000-2015 y 35.5 % en el historial de la Copa, el balompié bicolor está por debajo del boliviano (33.1 % y 36.37 %) y solo supera al venezolano (13.3 % y 27.87 %). Que los hinchas sigan cantando, pero la Copa no es una obsesión, solo una muestra más de dónde estamos hace mucho tiempo.


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