Los dos goles de cabeza a Brasil en la final del Mundial de Francia 98. La volea colosal al Bayer Leverkusen para definir la ‘Novena Orejona’ del Real Madrid. El cabezazo en el pecho de Materazzi, en el violento e inesperado cierre de Alemania 2006. Resumir en tres imágenes una carrera tan fantástica es tan difícil como pedirle a un mago que otros hagan sus trucos con tanta gracia como él. A eso se enfrenta Zinedine Zidane en el siempre turbulento mar del Bernabéu. Enfundado en el buzo de entrenador, lejos del silencio y el perfil bajo que han marcado su vida pública y sus propios modales como ayudante de Ancelotti y conductor del Castilla B, ‘Zizou’ salta a la cancha otra vez con el papel protagónico y con ganas de brillar. La pregunta es si podrá frente al Barcelona de la ‘MSN’ o el Bayern de Guardiola. Y para eso no hay garantías.
En tiempos de Messis y Cristianos, debo decir que Zidane es el jugador que más he admirado desde que Maradona llevó la palabra genialidad al fútbol. El ilusionista de Marsella lo tenía todo en una época donde rivalizó con verdaderos monstruos de la pelota, cracks superiores a los que hoy se codean con el argentino de Rosario y el portugués de la isla de Madeira. ‘Zizou’ fue el futbolista más decisivo de una generación donde descollaban Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho, Figo, entre otros. El francés superó a todos en títulos y en vigencia. Y a diferencia de los otros cuatro, en especial de los brasileños, tuvo un último acto lleno de esplendor. Cuando nadie esperaba nada de él, cuando ya había decidido su retiro tras el Mundial para no seguir “arrastrándose en la cancha”, se despidió jugando como los dioses y con todos los reflectores apuntando a su pelada testa. Mas allá de su injustificable expulsión, Zidane se retiró siendo el mejor, y eso solo está al alcance de los elegidos.
Justamente por esa aura especial, Florentino Pérez ha decidido encargarle el equipo como quien encarga un juguete estropeado. No se trata de algo planificado, como hizo el Barcelona con Guardiola. En la cabeza del presidente del Madrid priman los caprichos y un extraño culto a los instintos. Lo mismo que se vio en el despido de Ancelotti y la contratación de Benítez ha ocurrido ahora con el fichaje de un DT novato a mitad de temporada. ‘Zizou’ no es Mister Simpatía, pero el plantel lo respeta y él no tiene ninguna intención de embroncarse con los pesos pesados. Ya dijo que apostará por la BBC, algo que para muchos supone subordinarse a los deseos de Florentino. No lo creo así. El trío Benzema-Bale-Cristiano no luce tan determinante como el de Messi-Suárez-Neymar, aunque ha vuelto a funcionar por lo menos en los números. Ese probablemente sea el mejor camino para el Madrid de Zidane mientras los talentosos del medio, como Kroos, Modric, Isco y James, recuperan su nivel. Mourinho y Ancelotti alzaron trofeos con la millonaria ‘BBC’ como bandera, aunque entonces no existía la ‘MSN’ para romper todos los esquemas. Harán falta algunos trucos de magia para acortar la brecha con el Barcelona. En el mediocampo, la zona que ‘Zizou’ dominó como nadie con su inteligencia y elegancia, el Madrid deberá sacar conejos del sombrero. No queda otra.
@franciscocairog
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