Óscar Valdés,Expremier
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Óscar Valdés fue primer ministro de Ollanta Humala y sabe cómo se toman las decisiones en este gobierno. Lo buscamos para recoger su opinión sobre el nombramiento de Ana Jara.
¿Cree que la señora Jara realizará una buena gestión como primera ministra?
Yo aprecio, admiro y tengo una gran amistad con ella. Es una persona que realizó una buena labor en los ministerios de la Mujer y Trabajo. Además, es muy valiosa dentro del Partido Nacionalista. Asimismo, será una buena vocera del Gobierno porque tiene un buen manejo político, buenas relaciones y, en ese ámbito, será de mucha utilidad para el presidente Humala. En cuanto a la coyuntura que vive el país –la desaceleración económica, la disminución de las inversiones privadas y públicas, la corrupción en las regiones y las próximas elecciones municipales y regionales–, esta exigía otro tipo de perfil, otra persona para el cargo de premier.
¿Necesitamos un vocero o un primer ministro?
Ese es el problema que enfrentará el presidente, pues no tendrá el soporte de un primer ministro que, en verdad, le ayude a manejar el Estado. Si bien es cierto que el presidente se debe ocupar de la alta política, el premier tiene un papel protagónico, no solo en la coordinación de las acciones del gabinete, sino en el manejo de las instituciones del Estado.
¿No será que Jara ha sido nombrada porque pocos quieren colaborar con el nacionalismo?
Un referente es la salida del expremier César Villanueva, que quitó a muchos las ganas de colaborar con el gobierno. Este recibió un maltrato innecesario. Y es sabido que el Partido Nacionalista no tiene los cuadros necesarios para la difícil tarea de sacar adelante al país. Además, en estos tres años no hubo una buena selección de ministros: tuvimos seis jefes de gabinete y unos 60 ministros; es decir, algo ha fallado. El gobierno ha priorizado a los técnicos y académicos y no a los gestores, y hay mucha diferencia entre la teoría y la práctica: la gente ilustre nos llena de cifras y teorías que no siempre se pueden aplicar a la realidad del país. Por eso, siempre he demandado que el sector privado se ponga el overol y empiece a apoyar al gobierno.
¿Cómo?
Quizá dándole un año sabático a sus mejores cuadros. Hoy el Perú necesita ser manejado como una gran empresa: miremos a Colombia, que está haciendo –pese a sus procesos de violencia y narcotráfico– mejor las cosas que nosotros. Debemos buscar otros perfiles de ministros, porque no solo basta con dar las leyes; hay que ejecutarlas, cumplirlas en todos sus aspectos. No podemos permitir que este quinquenio sea una oportunidad perdida.
¿En verdad cree que los cuadros de la empresa privada estén dispuestos a colaborar?
Estuvieron dispuestos, pero van a tener que hacer el esfuerzo. Si no, nos afectaremos todos.
Javier Velásquez Quesquén cree que la presencia de Jara permitirá que el gabinete se vuelva ‘político’: desde la perspectiva del congresista aprista, este está lleno de técnicos, pero no de políticos…
No comparto su visión. Si bien el gabinete tiene técnicos, estos no son gestores, son consultores, académicos que no han trabajado en la empresa privada. Acá necesitamos gente que haya tomado decisiones.
Quizá ayude que Jara sea cercana a Nadine Heredia.
Pero acá el tema no es la cercanía de Jara a Nadine. La señora Heredia puede tener mucha influencia sobre el presidente y tomar en cuenta sus consejos, pero esta no debe invadir los fueros institucionales ni tener injerencia en las decisiones de los ministros, del gobierno. Y, mire, yo no escandalizo por su fuerte presencia dentro del nacionalismo: es la presidenta del partido, su tarea es participar de sus decisiones y ordenar su bancada. Ahora, el que no haya democracia interna es un tema que deben solucionar los propios nacionalistas.
¿La presencia de Nadine Heredia ha sido positiva para el gobierno, para el país?
Ella es un buen complemento para el presidente. Ella pudo tener un rol protagónico, pero de una manera distinta, sin meterse en las decisiones ministeriales. Su rol de primera dama nadie se lo va a quitar, que colabore con su esposo, pero respetando la institucionalidad. Por el bien del país y su imagen, por el fortalecimiento de nuestra democracia y del gobierno, debe haber una sola dirección, una sola cabeza al mando.
A Ollanta Humala le faltan dos años de gobierno. ¿Vendrán tiempos mejores?
No. Si las cosas se siguen manejando como hasta hoy, no podemos ser optimistas. Sin embargo, tengo la esperanza de que, en su mensaje del 28 de julio, el presidente Humala nos devuelva la esperanza a todos los peruanos: que se imponga plazos y plantee cosas concretas.
¿El ministro Castilla debe seguir en el cargo?
No. Ya cumplió su rol. Fue un buen cajero, pero se nos puede venir un país en llamas.
AUTOFICHA
- “Las empresas deben darle un año sabático a sus gerentes y permitirles que colaboren con el gobierno, pero no soy optimista con lo que se nos viene en estos dos años”.
- “Promuevo un movimiento político que pretende tener alcance nacional. Si allí se decide que sea candidato presidencial, lo analizaré”.
- “Me gusta el entusiasmo de Urresti, pero la inseguridad no se combate con entusiasmo. Imagine cómo se siente el director de la Policía… parece su edecán”.
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